APUESTA POR LA EFICIENCIA
El futuro del automóvil pasa por la electrificación total o parcial de todos los modelos, pero a corto –y medio– plazo no hay que olvidarse de los motores de combustión. Audi lo tiene claro y, además de tener al menos un coche eléctrico en cada gama para 2021, trabaja en la mejora de los propulsores TFSI y TDI para adaptarse a las nuevas regulaciones de consumo y emisiones que entran en vigor el próximo mes de septiembre. La compañía aboga por el ' rightsizing' –cilindrada justa para cada nivel de potencia–, la turboalimentación, la electrificación parcial -MHEV Y EPC– y el sistema eléctrico de 48 voltios para mejorar las cifras de consumo y emisiones de sus mecánicas tradicionales. Más allá del Diesel y la gasolina, Audi centra parte del esfuerzo de su departamento de investigación en los sistemas de propulsión alternativos, especialmente en los que funcionan con GNC y con el Audi e-gas de fabricación propia. Este último compensa las emisiones expulsadas a la atmósfera al absorber en su proceso de producción la misma cantidad de CO2 emitida por el vehículo durante sus desplazamientos. Los modelos que utilizan estos combustibles llevan el apellido g-tron y su oferta se va ampliando poco a poco. Al ya disponible Audi A3 Sportback g-tron se unirán los A4 Avant g-tron y A5 Sportback g-tron, que llegarán a los concesionarios después del verano con un precio aproximado de 55.000 euros. Con el apoyo de otros fabricantes, la firma de los cuatro aros también se ha propuesto expandir la red europea de suministro de Gas Natural Comprimido.