CONDUCCIÓN AUTÓNOMA
La tecnología para que un coche circule sin la necesidad de que un conductor se ponga al volante ya está prácticamente conseguida. Tanto fabricantes del sector del automóvil –Tesla, Volvo, Audi, BMW, Ford...–, como empresas externas pero con una fuerte inversión en el mismo –Amazon, Intel...– llevan tiempo desarrollando las pautas necesarias para que el vehículo autónomo sea una realidad antes del 2025.
Sin embargo, la llave que abrirá la puerta a la viabilidad de la conducción autónoma la tienen las infraestructuras. No será necesario rehacerlas sino, adaptarlas a las necesidades de los nuevos actores que circulan por ellas. Sensores, cámaras o radares tendrán que estar perfectamente sincronizados con los vehículos para proporcionarle toda la información necesaria –climatología, obras, tráfico...–, y segura.
Igualmente, se necesitarán redes de datos con ancho de banda suficiente para que las comunicaciones no se interrumpan y los pasajeros puedan tener una experiencia de viaje completa. Indra ya lidera el proyecto Autocits mediante el cual probarán la conducción autónoma en Lisboa, Madrid y París.