COMONOTEVOY A QUERER…
Si existe un coche que forma parte de los sueños de todo aficionado al automovilismo, éste es el GTI, un modelo que tras siete generaciones sigue fiel al concepto de correr mucho pero correr cómodo y de una forma discreta
Hace unos años, el eslogan de una campaña de publicidad de VW realmente genial era: "Llegarás a Golf"; si casi dos décadas después la vida te ha sonreído es más que probable que en algún momento de tu vida haya pasado un VW Golf por tus manos, es por ello que este lema recoge muy bien la filosofía de un modelo que, década tras década desde su lanzamiento en 1974, ha sido considerado como el compacto de referencia más aún el GTI, que añade la deportividad a las cualidades de calidad e imagen intrínsecas del modelo. Ahora pasa por nuestras manos el restyling de la séptima generación del compacto, dejándonos tan buen sabor de boca como siempre.
Exteriormente los cambios acentúan aun más la deportividad general, con grupos ópticos rediseñados que ahora incluyen tecnología 100% led y unas finas molduras rojas que se continúan hasta la parrilla y que le sientan de maravilla. En materia estética la evolución no va mucho más allá. En el interior encontramos una inédita pantalla multimedia que en este caso tiene un tamaño más que generoso –9,2 pulgadas– y que destaca tanto por la calidad de las imágenes que allí venos en alta defi- nición como por la calidad y sencillez del manejo. Se incluye también reconocimiento gestual para acciones limitadas como cambiar de emisora. Además, los acabados superiores reciben un cuadro de relojes 100% digital mediante otra pantalla que en este caso mide 12,3 pulgadas. El resto del conjunto se completa con los detalles racing que ya son tradición en el modelo, como la tapicería de cuadros Clark o los pedales de aluminio.
Séptimo evolucionado
Frente al anterior GTI que data de 2014, en el nuevo se ha modificado la gama al sustituir esta variante de 230 caballos al GTI de 220, mientras que el Performance de 230 caballos pasa a entregar 245. En ambos casos podemos optar por cambio manual de seis velocidades o por un DSG de siete que acaba de estrenar. Nuestra unidad de pruebas tiene caja manual de seis velocidades, con un manejo preciso y muy rápido, aunque si el dinero no es un obstáculo recomendamos el DSG de doble embrague, sencillamente sobresaliente.
Al volante nos seducen unas butacas envolventes y que sujetan a la perfección pero con el mullido justo para asegurar la comodidad según pasan los kilómetros. Basta con arrancarlo para escuchar el ronroneo tradicional de las mecánicas deportivas de la marca germana. En movimiento disponemos de un selector de modos de conducción que nos permite elegir entre eco, normal, sport e individual, afectando a tacto de dirección, motor, sonoridad y climatización; si además contamos con la suspensión de tarado variable –DCC– que cuesta 1.000 euros, muy recomendable, se modifica el tarado de los amortiguadores.
Pero la principal virtud de este nuevo GTI es llevar un paso más allá la filosofía con la que nace esta versión, que no es otra que permitirnos ir realmente rápido tanto en carretera nacional como en autopista pero con un grado de confort interior difícil de encontrar en el segmento. Es cierto que hay compactos GTI mucho más potentes y salvajes en el mercado, pero ellos mismos limitan su propia utilización a tramos de montaña en solitario, salvo que queramos que nuestros acompañantes pierdan los empastes por el camino. En este Golf podemos llevar a nuestra abuela a un ritmo más que respetable mientras ella no para de hacer ganchillo.
El GTI cuenta de serie con amortiguación deportiva, pero recomendamos la de dureza variable opcional