La próxima temporada plantea desafíos de gran calado para equipos y pilotos
de McLaren. En Woking han logrado descansar después de tres temporadas para el olvido. El matrimonio con Honda ha estado llamado al fracaso desde el primer día y ha provocado que Fernando Alonso se plantee abandonar la categoría para alcanzar la gloria en otras disciplinas. La idea ha atraído tanto al asturiano que en 2018 competirá en otros ámbitos pero, por suerte, mantendrá su asiento en la F-1 y, gracias a Renault, lo hará con McLaren. El fabricante del rombo se ha convertido en el salvador del equipo de Zak Brown y, de paso, contará con los servicios de Carlos Sainz hasta 2019. Si todo va bien, el motor galo devolverá la gloria al bólido naranja, pero Honda ha dejado claro que las promesas no significan nada, por lo que más vale ser cautos y esperar a hablar de resultados cuando lleguen, si es que llegan.
Lo mismo sucede con Red Bull, reconvertido ahora en Aston Martin Red Bull. El motor Renault seguirá impulsando a los monoplazas de Daniel Ricciardo y Max Verstappen hasta 2021 y, aunque esta relación también tiene sus desavenencias, forma una buena simbiosis y da pie a pensar en más podios y victorias que los conseguidos durante este año. Los de la bebida energética han realizado buenas actuaciones, pero necesitan más solidez para poder entrar de lleno en la pelea por el campeonato.
Cuestión de honor… y dinero
Justo por debajo, pero lejos de Red Bull, Force India se ha afianzado como el cuarto en discordia y el equipo revelación de 2017. Los coches de Esteban Ocon y Sergio Pérez han sido rápidos, pero ambos pilotos han pecado de un exceso de ímpetu –a veces entre ellos mismos– que les ha privado de lograr mejores resultados. Veteranía y juventud han chocado, pero los dos parecen haber aprendido la lección y en la escudería india no deberían estar preocupados de cara al futuro. La cuarta posición les permite ser el mejor conjunto de la clase media y Williams no parece dar con la tecla para arrebatarles ese título.
Los británicos deberían de estar preocupados por la progresión de Renault; Cyril Abiteoul quiere que sus monoplazas vuelvan a luchar por la victoria y se ha encargado de contar con dos de los mejores pilotos de la parrilla para conseguirlo: Carlos Sainz y Nico Hülkenberg. De momento, han podido superar a Toro Rosso en la parte final del campeonato, lo que ha supuesto, además de una inyección de moral, un impulso económico importante para afrontar 2018 con un presupuesto más holgado.