Mercedes Clase X.
Da igual que seas agricultor, aventurero o padre de familia porque el Clase X satisface las necesidades profesionales y particulares de cada uno añadiendo el plus de confort e imagen que ofrece todo Mercedes
Primer pickup con estrella.
Pocos fabricantes tienen en la actualidad una gama de vehículos tan extensa como Mercedes. Autobuses, camiones, todoterrenos, industriales, turismos…y ahora pickup, un segmento inédito al que llegan con el Clase X y lo hacen gracias a la colaboración que la marca de la estrella tiene desde hace unos años con la alianza Renault-Nissan. El Clase X en verdad es un Nissan Navara retocado, por lo que ambos comparten chasis, algunos detalles del interior y, cómo no, mecánica. De hecho está a la venta con dos motores turbodiésel de origen nipón hasta que, a mediados de 2018, llegue el Diesel más potente de la familia, un V6 de 258 caballos con tracción total permanente y caja de cambios automática 7G-Tronic, el único tren motriz 100% Mercedes de los tres disponibles. A pesar del parentesco con Nissan, desde Mercedes han trabajado para que su Clase X se diferencie en campos como el diseño o la puesta punto –amortiguación, respuesta del ESP, terminación del habitáculo…–.
Tipo incansable
En carretera y a los mandos del 250 d biturbo de 190 caballos, tenemos la sensación de estar subidos en un GLE. Bastante silencioso, resulta ser muy confortable debido a la suspensión con muelles helicoidales que monta en las cuatro ruedas, frente a las ballestas traseras que usa parte de su competencia. Los únicos peros encontrados se centran en un consumo de carburante más elevado del esperado –por aerodinámica y peso– y la 'torpeza' que le otorga una carrocería de 5,34 metros de largo.
Sobre terrenos abruptos, el Clase X demuestra que está hecho de una pasta especial para resistir el trabajo más duro a pesar de sus dimensiones. Es capaz de atravesar un río con facilidad gracias a los 221 milímetros de altura libre máxima y hacer un cruce de puentes con las garantías de un ángulo ventral de 22º y uno de ataque de 30,1º. Apoyado en la tracción integral y el cambio automático, de serie o con coste en función del acabado, el X tiene suficientes argumentos para ser el Clase A de los pickup.