Mitsubishi Eclipse Cross.
Eclipse es uno de los nombres míticos de la marca Mitsubishi, aunque ahora vuelve con el apellido Cross para dejar claro que el nuevo modelo no tiene nada que ver con el famoso deportivo
SUV de talla media.
El Eclipse Cross es el primer modelo de una era rompedora en Mitsubishi, cuya gama se articulará en torno a una familia de tres SUV y en el centro de la cual se encuentra este todocamino.
Un interior de estreno
El habitáculo del Eclipse Cross presenta un diseño espectacular, más vistoso de lo habitual en la marca y con detalles muy cuidados. El espacio es uno de sus puntos fuertes, con unas generosas cotas en todas las medidas, tanto en las plazas delanteras como en las traseras. La banqueta posterior es algo incómoda para tres pasajeros pero, gracias a que puede deslizarse unos 20 centímetros, permite variar la capaci- dad del maletero entre 378 y 485 litros. También se puede alterar la inclinación del respaldo con seis posibles posiciones.
La plataforma del Eclipse Cross es la misma del ASX, pero mide 4,40 metros de largo, con idéntica distancia entre ejes y mayor anchura de vías, aunque su original diseño no hace pensar que derive del Mitsubishi más pequeño. La suspensión delantera es independiente McPherson y detrás monta un esquema multibrazo también independiente, sea cual sea el tipo de tracción que se elija.
De momento el único motor disponible es un gasolina turbo con buen nivel de potencia y un excelente empuje, además de un bajo nivel sonoro, con cambio ma- nual de seis velocidades. En opción hay un automático de variador continuo con ocho marchas 'simuladas' por 1.500 euros.
4x4 y automático
La tracción total está disponible únicamente con el acabado más completo Kaiteki y con cambio automático, precisamente la única versión que hemos podido conducir. El Eclipse Cross es un vehículo cómodo, con una amortiguación suave y muy agradable, pero sin el tacto deportivo que gusta ahora entre los SUV. Su carácter es más familiar y se adapta mejor a las amplias autopistas que a las reviradas carreteras de montaña.