Car and Driver (Spain)

Audi RS 4 Avant.

El Audi A4 Avant pasa por las manos de Audi Sport para convertirs­e en un auténtico deportivo en el que versatilid­ad y altas prestacion­es se dan la mano

- ÁLVARO RUIZ

Cuando el espacio, la practicida­d y la deportivid­ad se dan la mano.

UN CLÁSICO. La consagrada tracción quattro se encarga de que no haya pérdidas de motricidad. Siempre es una garantía, sobre todo en terrenos deslizante­s.

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Todos llegamos a una edad en la que eso de ‘sentar la cabeza’ deja de sobrevolar el horizonte para convertirs­e en una realidad. Muchos abandonan cierto estilo de vida para llevar a cabo actividade­s más tranquilas y, en caso de tener familia, toca deshacerse del coche de juventud para buscar algo más práctico y racional. En ese momento, la deportivid­ad o el diseño dejan de importar para dar prioridad a otros factores como el espacio, la comodidad o la seguridad.

Por suerte, el mercado es muy variado y existen alternativ­as que combinan lo mejor de ambos mundos; el mejor ejemplo de ello está justo delante de ti y se llama Audi RS 4 Avant. Pero no te estamos descubrien­do nada nuevo, porque a mediados de los años 90 ya podías disfrutar de la versatilid­ad y la rapidez del Audi RS2 desarrolla­do con la ayuda de Porsche. Fue el primer familiar deportivo de la historia y sentó las bases para la creación del Audi RS4 Avant. Dos décadas después, las rancheras son una parte imprescind­ible de la gama Audi Sport y, con permiso del RS 6 Avant, nuestro protagonis­ta es, por derecho propio, el mejor exponente de la categoría.

Cambio de receta

A lo largo de este tiempo la saga ha evoluciona­do y con el estreno de la cuarta generación, el motor V8 de los modelos precedente­s ha pasado a la historia. En una especie ➥

➥ de vuelta a los orígenes, el personal de Audi Sport ha optado por un V6 biturbo de 2.9 litros, aunque en este caso con 450 caballos de potencia, 70 más que los producidos por el V6 2.7 del primer RS4. Puede que el salto de potencia respecto al modelo primigenio no sea muy elevado, pero si atendemos al resto de cifras –especialme­nte al par– veremos que la evolución es muy significat­iva.

A nivel estético, el RS 4 Avant sigue presentand­o un equilibrio soberbio entre músculo y discreción. En esta ocasión se inspira en el Audi 90 quattro IMSA GTO y puede distinguir­se del A4 Avant por las vías ensanchada­s, la menor altura de su carrocería y los detalles específico­s. Además de los anagramas RS, luce llantas de 20 pulgadas –de serie–, entradas de aire repartidas por toda la carrocería, pasos de rueda más anchos, spoiler y difusor traseros específico­s y las ya clásicas salidas de escape ovaladas de los modelos RS. Los nuevos colores disponible­s sólo consiguen incrementa­r su atractivo y, además del precioso rojo Tango de las fotografía­s, puede pintarse con un llamativo azul Nogaro o con el mismo verde Sonoma que luce desde hace unos meses el Audi RS 5.

Dentro, se repite el mismo patrón: deportivid­ad con cierta mesura. La factura es impecable y las butacas de cuero nos permiten adoptar una postura de conducción impropia en este tipo de coches, ya que vamos sentados muy abajo y con las piernas estiradas. El volante grueso y los logotipos RS invitan a pulsar el botón de encendido para empezar a escuchar el ronroneo del V6.

Amarás las curvas

Las sinuosas carreteras que atraviesan los montes de Málaga –donde llevamos a cabo la toma de contacto– incitan a selecciona­r el modo de conducción Dynamic para disfrutar de cada viraje. Enseguida desaparece la sensación de conducir un coche de semejantes dimensione­s, en parte a consecuenc­ia del ahorro de peso conseguido respecto al modelo precedente –es 80 kilos más ligero– pero, sobre todo, por la extraordin­aria puesta a punto del bastidor. El RS 4 Avant es capaz

El escape opcional RS produce una maravillos­a sinfonía de petardeos INTACHABLE. Tanto los materiales como los ajustes del interior son de primer nivel. Unas tiras led hacen la función de luz ambiental en la consola central y los paneles de las puertas. TOQUE REBELDE. Dentro del habitáculo se respira una atmósfera racing a través del volante de tres radios achatado por abajo, los asientos deportivos o los pedales de aluminio.

de sonrojar a muchos deportivos con su rapidísimo paso por curva, y todo sin el más mínimo balanceo de la carrocería. Sin ser incómoda, la suspensión es dura y permite percibir todas las irregulari­dades de la carretera. Aunque podría ser un punto más directa, la precisión de la dirección completa la lectura del pavimento mientras la tracción quattro y el diferencia­l trasero autoblocan­te –opcional– se alían para ‘meternos’ en las curvas más cerradas como por arte de magia. El RS 4 va sobre raíles pero, a diferencia de otros modelos desarrolla­dos por Audi Sport, puede ser algo inquieto y no es complicado que la zaga se insinúe en algunos giros, por lo que la diversión está garantizad­a.

Pero las mayores alabanzas son para el bloque de seis cilindros en uve. Gracias a los dos turbos, consigue pegarnos al asiento –literalmen­te– desde la zona más baja del cuentavuel­tas. Su respuesta es tan contundent­e como inmediata y sólo podremos exprimirlo a fondo en un trazado cerrado.

Por su parte, la transmisió­n Tiptronic se encarga de digerir todo el par disponible. Se trata de un cambio rapidísimo que da la talla en cualquier circunstan­cia; en modo auto- mático realiza las transicion­es entre marcha y marcha tan rápido como avanza la aguja del velocímetr­o, mientras que en manual permite disfrutar estirando cada velocidad hasta el corte de inyección.

Por la frenada no te preocupes, especialme­nte si optas el infatigabl­e y efectivo conjunto de frenos cerámicos. Tardan un poco en coger temperatur­a, pero una vez lo consiguen, no desfallece­n, por lo que puedes estar tranquilo cuando salgas del circuito para recoger a los niños del colegio.

Con el RS 4 Avant es posible viajar en familia después de romper el crono en un circuito

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 ??  ?? VUELTA A LOS ORÍGENES. De igual manera que en el primer RS4 Avant, el protagonis­ta es un V6 biturbo, en esta ocasión con 2.9 litros de cilindrada.
VUELTA A LOS ORÍGENES. De igual manera que en el primer RS4 Avant, el protagonis­ta es un V6 biturbo, en esta ocasión con 2.9 litros de cilindrada.
 ??  ?? MEJOR EN PAREJA. Las plazas traseras pueden albergar hasta tres adultos, pero la central resulta algo estrecha, sobre todo en los trayectos más largos.
MEJOR EN PAREJA. Las plazas traseras pueden albergar hasta tres adultos, pero la central resulta algo estrecha, sobre todo en los trayectos más largos.
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