Hyundai i30 N.
Con esta variante deportiva, Hyundai demuestra que va muy en serio en el segmento compacto, retando al mismísimo VW Golf GTI en su terreno, el de la deportividad sin brusquedades
250 ó 275 caballos.
Directamente desde la pista de pruebas de alto rendimiento de Namyang, en Corea del Sur y tras una breve escala de adaptación en el trazado antiguo de Nürburgring, llega el i30 N, un GTI que no pretende ser el más rápido y extremo del mercado pero sí el más apasionante y utilizable a diario. Para ello sigue la estela del rey GTI por naturaleza, el VW Golf, al que copia la fórmula al hacer un compacto extremadamente veloz y eficaz en su planteamiento a la vez que accesible y sencillo de manejar en conducción deportiva. Es uno de esos coches que te permite ir a 'dar curvas' un domingo por la mañana realmente 'ligeros' pero sin jugarte el bigote en cada viraje.
Su estética es un reflejo de este planteamiento. Sólo los más observadores descu- brirán en su exterior que nos encontramos ante una variante muy 'especial' a la que conviene ceder el paso en la carretera. Tan sólo un leve bisel rojo delante y detrás y los dos escapes traseros identifican su esencia, al igual que las pinzas de freno pintadas en rojo para su variante superior de potencia Perfomance.
Qué experiencia
El N se desarrrolla sobre la base del i30 cinco puertas, con ligeras modificaciones como la reducción de la altura de la carrocería en ocho milímetros. Bajo su capo respira un 2.0 litros turbo en dos variantes de potencia, en función de lo quemados que seamos y del estado de salud de nuestro bolsillo, pues la diferencia de precio es de 4.000 euros. Además de sus 25 caba- llos más de potencia, la versión superior hace gala de un autoblocante mecánico a la antigua, que nos permite salir tiesos como velas de los virajes sin perder la compostura ni una gota de tracción. Sin entrar a valorar si 4.000 euros es mucho o poco, nosotros recomendamos la opción superior, una vez metidos en harina…
Los cambios llevados a cabo sobre la dirección, ahora más rápida y ágil, hacen al i30 un coche extremadamente diligente con nuestras peticiones, sin detectar malos modos en sus reacciones. En todo momento se muestra extremadamente veloz gracias a un motor que no se acaba nunca, pero sin llegar a inquietarnos gracias a una sensación de control que no perdemos en ningún momento.
A TU GUSTO. Si combinamos todas las variables mecánicas que nos permite configurar el i30 –tacto dirección, suspensión, sonoridad…– podemos configurar 1.944 'N' diferentes.