Dacia Duster.
¿Cansado de vehículos convencionales con aderezos camperos? Tranquilo, el Duster ha vuelto, promete llevarte más lejos que nunca y sabemos que es de ésos que siempre cumplen su palabra
Alternativa inteligente.
El éxito de la marca Dacia en mercados como el nuestro no se explica sin modelos como el Duster, un todocamino de verdad con el que llegar a zonas de difícil acceso o superar cualquier obstáculo en ciudad con suma facilidad que además, rehuye de las pretensiones de muchos de sus rivales. No es tan rápido como un turismo, gasta algo más que éstos y no trata de transportarte al futuro con gatgets tecnológicos propios del coche conectado o autónomo. El SUV de la marca más asequible de Renault ha evolucionado en aspectos tan cruciales como el confort, la ergonomía o el equipamiento pero lo ha hecho con los pies en la tierra, sin renunciar a su esencia de vehículo eminentemente práctico y por supuesto, sin pedirte ni un céntimo más por ello.
En el grupo francés conocen bien las claves de un modelo que en su primera entrega logró situarse como el cuarto más difundido de su clase entre los clientes españoles y que en esta segunda, quiere consolidarse como uno de los predilectos en el segmento que más crece. No es una empresa fácil, pero a simple vista se aprecia el esmero con el que el equipo de diseño, con Laurens van den Acker a la cabeza, ha abordado la renovación de un Duster que ahora presume de una imagen más potente merced a la gran parrilla frontal, los faros y pilotos de formas cuadriculadas e iluminación led o accesorios como los estribos laterales o los embellecedores de las aletas delanteras.
Suave, mucho más suave
Pero si por fuera resulta más apetecible, en el interior la sorpresa es mayúscula. Dacia ha doblado el número de materiales aislantes en su SUV y lo ha provisto de una ligera dirección de asistencia eléctrica además de vidrios de mayor espesor, asientos con buen mullido y hasta unos
4X4 DISPONIBLE. El dCi más potente –110 caballos– se puede elegir con un sistema de tracción que se conecta manualmente. Esta versión equipa también una caja de cambios más cerrada y de seis marchas.
amortiguadores que gracias a su gran capacidad de filtrado, hacen que el bastidor parezca distinto pese a no serlo, lo mismo que sucede con los motores. Durante nuestra toma de contacto, transcurrida en las exigentes carreteras y caminos de las inmediaciones de Atenas –Grecia–, pudimos probar los 1.2 TCe y 1.5 dCi de 110 caballos, este último con el cambio EDC de doble embrague, un aliado perfecto porque le permite reducir su consumo y afinar su respuesta. Entre ambos, es cierto que el Diesel resulta notablemente más ruidoso, pero sigue siendo preferible por su mayor eficiencia y su respuesta a medio y bajo régimen, cualidades que conserva con el cambio manual de seis marchas, ahora disponible incluso para el de 90 caballos. Sin duda, en esta variante el Duster es uno de los mejores todocaminos euro por euro del momento.