UN ‘ENTERPRISE’ DE CARRETERA

A través de unas gafas de realidad virtual. Así fue nuestro primer contacto visual con la nueva joya de la corona de Audi, el Q8. ¿La razón? Ver las líneas del mítico Quattro de los años 80 'escondidas' en su perfil, con las que han conseguido un aspecto a medias entre una berlina coupé y un SUV de alta gama. Por fuera, con casi cinco metros de longitud –4,986 centímetros–, el espóiler delantero inclinado hacia el morro, las grandes entradas de aire y la parrilla Singleframe de diseño octogonal cromada, resultan imponentes. Por dentro, aunque parece mucho más bajo que el Q7, la sensación de espacio interior es mucho mayor y el maletero tiene un volúmen más que generoso, que parte de los 605 litros del mínimo hasta los 1.755 del máximo, con los respaldos de los asientos posteriores abatidos.

En el salpicadero, las dos pantallas de más de 20 pulgadas del MMI touch envuelven al conductor, como si estuviera a los mandos de una nave espacial –en muchos aspectos es así–. En marcha: su eje trasero direccional, su tracción quattro y la fuerza de su motor 3.0 TDI de 286 caballos con tecnología de 48V, puede circular por inercia entre 55 y 160 kilómetros/hora con el motor apagado… sin duda sus mejores bazas.

Tras meses de filtraciones, Audi sorprende con un Q8 de formas estilizadas pero rotundo.

Llega en junio desde 69.000 € –aprox.–