REPORTAJES El lujo de compartir.
Las marcas de lujo se apuntan a la moda de compartir automóvil, como Bentley.
Está claro que la forma de disfrutar de un automóvil está cambiando, pero no solo para moverse por la ciudad, también cuando se trata de diversión y de ponerse al volante de un coche de ensueño. Incluso los verdaderamente ricos utilizan el servicio de vehículo compartido, aunque con un carácter y unos servicios muy distintos a los que conocemos en las ciudades.
Dependiendo del día podemos levantarnos con ganas de conducir un Lamborghini Aventador, un Ferrari California o un Porsche 911 del 67. Y no hace falta que tengamos un garaje espectacular, tan solo una aplicación y una jugosa cuenta corriente que se encargarán de hacer realidad esos deseos. Y todo sin que tengamos que preocuparnos de los gastos y el mantenimiento de vehículos tan especiales.
No es un servicio, es un club
Está claro que inscribirse en un ‘servicio’ tan exclusivo no resulta demasiado elegante, por lo que las empresas que se dedican a ofrecer este tipo de alquileres se denominan ‘clubs’, mucho más ‘cool’ que presentarse como una compañía de alquiler o de carsharing. La mayoría de estos club se encuentran en Estados Unidos y en Reino Unido; de hecho uno de los primeros fue P1 The Supercar Club, fundado en Londres en el 2000 y al que siguieron otros varios, también en Reino Unido, como Auto Vivendi.
El ‘catálogo’ de vehículos de estos club suele ser impresionante y se incluyen modelos tan raros y exclusivos como el Ferrari LaFerrari o para fanáticos de los mitos del cine y la televisión, tan curiosos como un DeLorean o una réplica de KITT, “El coche fantástico”.
Su funcionamiento como club permite a estas empresas ofrecer servicios asociados para sus clientes-socios, como viajes exclusivos al volante de sus vehículos, acudir a eventos especiales como grandes premios de F-1, certámenes de clásicos o incluso eventos específicos, totalmente exclusivos, creados para los socios y sus amigos, con el claro objetivo de captar nuevos clientes-socios.
Tanto pagas, tanto disfrutas
Está claro que las cuotas son muy especiales cuando hablamos de conducir un vehículo de varios cientos de miles de euros, cuando queramos y para que nos lo traigan a casa o a la terminal de vuelos privados de un aeropuerto. La mayoría de estas ‘peñas’ ofrecen diferentes niveles de membresía, en función de la cuota que se paga y que se traducen en un numero determinado de días o de kilómetros al año para disfrutar de estos caros vehículos. ➥
Como en otro servicio de carsharing, estos caros vehículos también se reservan a través de una aplicación
➥ En los que hemos podido averiguar las cuotas, el mínimo es de unos 15.000 euros al año, que suele dar derecho a conducir sólo algunos de sus vehículos durante unos 10 días al año. Las más elevadas alcanzan los 100.000 euros anuales y dan derecho a disfrutar de, como mínimo, 60 días al volante de los modelos más exclusivos. La empresa norteamericana Fast Toys Club, en lugar de días, ofrece millas anuales de conducción con los tres tipos de vehículos de que dispone: clásicos, musclecar americanos o superdeportivos actuales. Estas cuotas incluyen también seguros de más de un millón de euros de cobertura, para responder ante cualquier problema y que el cliente solo tenga que preocuparse de disfrutar al volante.
Pero también en este sector se hacen ofertas especiales para captar socios, como la que lanzó el club británico Auto Vivendi hace cuatro años, que consistía en una inscripción de 33.500 libras –unos 40.000 euros– y que incluía automáticamente un reloj Hublot de regalo, con la opción de que la ex miss Inglaterra de 2010 Jessica Linley llevara el exclusivo reloj y el carné de socio en persona hasta donde indicara el nuevo integrante del club.
Las marcas de lujo se están dando cuenta de que también en este sector el uso del automóvil está cambiando. Bentley ha puesto en marcha en Estados Unidos el servicio Benltey on Demand, mediante una aplicación destinada exclusivamente a los clientes de la marca. Este servicio les permite disfrutar de otro Bentley en sus desplazamientos a Los Ángeles, Nueva York o Dallas. De momento está en pruebas pero si resulta positivo se extenderá a otros países y será una forma de que sus ya clientes prueben otros modelos de la marca... si todavía no lo tienen.
Los kilómetros o días al año que se pueden conducir los coches dependen de la cuota anual