Lamborghini Urus.
Conducimos el SUV más deportivo del mundo.
Fue una de las mayores sorpresas cuando se estrenó a finales del año pasado. Lamborghini, la marca de deportivos de ensueño, tiraba la casa por la ventana apostando por un SUV. Y no solo eso, sino que pretende doblar las ventas de la compañía y reclutar compradores. De momento, la estrategia les está saliendo bien, y a día de hoy ya han vendido más de 1.000 unidades. Pero, ¿se le puede considerar realmente un Lamborghini?
Pensado para disfrutar
Para comprobarlo nos hemos puesto a los mandos de una unidad. Si eres un purista de la marca, la primera decepción vendrá con su motor, ya que, en vez de un clásico V10 o V12, hace uso de un V8 biturbo procedente del Grupo Volkswagen. A nosotros nos ha parecido una idea de lo más correcta, ya que este propulsor utiliza mucho par desde abajo para mover los 2.200 kilogramos que pesa el conjunto. Pese a este dato, es el modelo más rápido del segmento. Su bloque es capaz de desarrollar 650 caballos de potencia y generar unas prestaciones que más de uno quisiera. Y es que una vez que te pones a engranar marchas, este modelo no entiende de físicas. Su caja de cambios ZF de ocho relaciones y convertidor de par es de las más rápidas que hemos utilizado en un vehículo de estas características. Ésta envía la energía a un diferencial central Torsen que reparte hasta un 70% del par al eje delantero o un 87% al trasero. El verdadero truco reside en un eje posterior direccional con un sistema de reparto del par vectorial que le agrega agilidad a cualquier velocidad. Los circuitos son muy divertidos con el Urus, pero donde más impresiona es en carretera. Más allá de eso, recupera parte de la capacidad 4x4 del legendario LM002 que la firma construyó a finales de los 80 y 90. Aunque no es un todoterreno, nos ha sido fácil manejarlo por pistas en buen estado.
El Urus es un Lamborghini de los pies a la cabeza, aunque será difícil ver un póster suyo en el cuarto de algún adolescente…