Hyundai Santa Fe.
Tras la imagen del Kona.
El segmento de los SUV de gran tamaño se encuentra en continuo movimiento. Un claro ejemplo es la reciente renovación del Audi Q5 y la próxima de los BMW X3 y Mercedes GLC. Por debajo de éstos –por precio– se encuentra el Hyundai Santa Fe, cuya nueva generación ha mejorado significativamente desde que el SUV se lanzara en el 2000. Porque poco queda de ese coche asequible, salvo su insignia. Ahora, el modelo pone de manifiesto su firme intención de ser un vehículo lujoso capaz de codearse con lo mejor del panorama. Así lo hemos podido comprobar en una toma de contacto previa a su lanzamiento, que tendrá lugar durante este mes.
Más espacio, mayor confort
De hecho, la ciudad condal, hasta donde nos desplazamos, nos sirvió para ver cómo el Santa Fe se mueve con soltura e n c ua l qui e r t i po de t e r r e no. Desde el centro de la ciudad hasta carreteras secundarias, donde su tacto ha sido de lo más confortable. Aunque hemos de decir que su nuevo cambio automático de ocho velocidades nos has parecido un poco soso a la hora de exprimirlo. Lo que más nos ha gustado han sido las mejoras en su interior. Nada más entrar te das cuenta que estás ante un coche con un nivel de terminación superior. Los ajustes, el espacio para las piernas y el salpicadero rezuman calidad, con materiales nobles c o mo e l c u e r o . La i n é d i t a p a n t a l l a flotante también ayuda a ello, con tres tamaños diferentes y todas con conexión Apple Car y Android Auto.
Aparte, hay que sumar las últimas ayudas que integra el paquete SmartSense en esta cuarta generación del Santa Fe como el Safety Exist Assist o la alerta de ocupantes traseros.