Car and Driver (Spain)

Opel Insignia Country Tourer. Prueba a fondo.

Excelente para familias aventurera­s.

- IVÁN MINGO CC

Al César lo que es del César; a mediados de los 90 tanto el Volvo V70 XC como el Subaru Forester iniciaban un concepto de automóvil que entonces no parecía tener mucho sentido, al mezclar lo mejor de las carrocería­s familiares con las posibilida­des offroad que aportaban su carrocería elevada y su tracción integral. Años después Audi adaptó ese concepto a su berlina de representa­ción A6, creando los Allroad, y después Mercedes hizo lo propio con la Clase E Allterrain.

Sin tratarse de un segmento superventa­s, anticipaba ligerament­e lo que con posteriori­dad han traído los SUV, el éxito de las carrocería­s con aspecto de todoterren­o aunque sin posibilida­des reales.

En este caso es Opel el que hace suyo este concepto en el Insignia, sobre la variante familiar Sports Tourer. Con unalongitu­d de 5,0 metros, nos encontramo­s ante un coche inmenso, tanto que resulta incómodo usarlo en ciudad, y eso que su dirección es eficaz y ofrece un diámetro de giro correcto si tenemos en cuenta sus cotas. Otra cosa es en carretera y espacios amplios, donde se desenvuelv­e con una naturalida­d abrumadora y se convierte en un aliado infalible en los viajes. La versión elegida para esta prueba marca el cénit de potencia y equipamien­to del modelo, al incorporar el motor gasolina de 260 caballos, tracción integral y casi todo el equipamien­to disponible opcionalme­nte, incluidos los asientos anatómicos AGR forrados en piel que son sencillame­nte magistrale­s. Las cotas internas son muy amplias tanto delante como detrás, sin

olvidarnos de un maletero de 560 litros que opcionalme­nte ofrece varias soluciones y anclajes para la carga así como un compartime­nto independie­nte en la zona inferior. Percibimos que Opel ha hecho un esfuerzo por avanzar en materia de calidad de acabados, con detalles como la pantalla central de gran tamaño muy bien integrada. Opcionalme­nte podemos optar por el volante OPC, recomendab­le en nuestra opinión aunque cueste 680 euros.

Espíritu SUV

Con una altura al suelo de 14,7 centímetro­s y tracción integral inteligent­e podemos permitirno­s transitar por pistas con bastante tranquilid­ad, aunque los inmensos neumáticos lo hacen algo torpe e impreciso sobre firmes deslizante­s. Pero es en asfalto donde el Country Tourer cobra verdadero sentido. Se trata de un rutero excelente, con un motor que es todo corazón, incansable en su empuje y con unas cifras de consumo dentro de lo razonable si tenemos en cuenta su peso y volumen. Logicament­e a consecuenc­ia de su altura y el generoso recorrido de suspensión detectamos l i geras i ncl i naciones de l a c a r r ocerí a aunque en ningún momento se producen rebotes o se descontrol­a la posición del vehículo, haciendo muy cómoda la vida a bordo incluso en zonas con el firme deteriorad­o o con badenes.

Es en carreteras secundaria­s y tramos montañosas donde salen a relucir su tamaño y un peso por encima de los 1.700 kilos. Es cierto que la combinació­n entre bastidor y el conjunto amortiguad­or es excelente, sin olvidar un cambio automático suave y eficaz que ofrece la opción de levas en el volante, pero es precisamen­te en estas circunstan­cias donde detectamos alguna imprecisió­n en la dirección, de tacto algo ligero, y echamos en falta algo más de empuje en el motor, que se muestra muy lleno entre las 3.000 y las 6.000 pero desaparece fuera de ese horquilla, lo que en ocasiones nos deja algo vendidos pese al citado buen hacer de la citada caja de cambios de ocho velocidade­s por convertido­r de par.

Un reparto sobresalie­nte

Pese a ello nos sorprende la excepciona­l eficacia del 4x4 que al tradiciona­l reparto de potencia entre ejes suma un sistema adicional que distribuye el par entre los neumáticos de un mismo tren –Twister System– para ganar adherencia y tracción tanto en frenada como evitar subvirajes en aceleració­n. El buen hacer de este automatism­o llama la atención e incluso hace innecesari­a la intervenci­ón del control de

estabilida­d, que pasa desapareci­do casi por completo a no ser que la situación sea realmente extrema. Adicionalm­ente disponemos del tradiciona­l selector de modos de conducción de Opel, que en este caso nos permite elegir entre las posiciones Tour, Sport o normal, afectando tanto a la dirección como a motor, cambio, control de estabilida­d y suspensión. Aunque las diferencia­s no son radicales sí es cierto que nos permite percibir una alteración en el comportami­ento del coche, especialme­nte en la gestión del motor y el tacto de amortiguac­ión, que en ningún momento llega a resultar incómoda.

Sin duda nos encontramo­s ante el que es para nosotros el coche más equilibrad­o de la marca, permite una utilizació­n familiar con total comodidad y con una personalid­ad rutera destacada, sin olvidar unas posibilida­des de configurac­ión tanto en materia mecánica como de equipamien­to que rozan lo premium, eso sí a un precio mucho más razonable que cualquier otro automóvil similar a la venta en la actualidad. El Insignia vuelve a demostrar porque es una de las pocas berlinas tradiciona­les que ha logrado mantener el tipo.

El motor gasolina es brillante en su zona media y siempre con unos consumos razonables

 ??  ?? OPEL INSIGNIA COUNTRY TOURER 2.0 TURBO 4X4 AUT. 45.000 €
OPEL INSIGNIA COUNTRY TOURER 2.0 TURBO 4X4 AUT. 45.000 €
 ??  ?? Su tamaño y su peso hacen que la autopista sea su hábitat natural para viajes de largo recorrido
Su tamaño y su peso hacen que la autopista sea su hábitat natural para viajes de largo recorrido
 ??  ??
 ??  ?? El cuadro de relojes mezcla informació­n analógica y digital gracias a la pantalla de ocho pulgadas. La informació­n es completa, con datos sobre voltaje, vida útil del aceite, temperatur­a del refrigeran­te…
El cuadro de relojes mezcla informació­n analógica y digital gracias a la pantalla de ocho pulgadas. La informació­n es completa, con datos sobre voltaje, vida útil del aceite, temperatur­a del refrigeran­te…
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain