Car and Driver (Spain)

Carrera de clásicos.

Existen muchos eventos de clásicos por toda Europa pero, en la localidad italiana de Vernasca, combinan la competició­n con un concurso de elegancia

- DAVID BARZILAY/PEDRO BERRIO VERNASCA SILVERFLAG/FCA/GETTY

La localidad italiana de Vernasca se transforma con este certamen.

La historia de esta competició­n comenzó en 1953, como una subida en cuesta organizada por el Automóvil Club de Piacenza. La carrera tuvo mucho éxito hasta el cese de su celebració­n en 1972. En 1996 el Club Piacentino Automotove­icoli d’Epoca recupera la prueba como un concurso de elegancia dinámico, con el nombre de Vernasca Silver Flag y un recorrido similar al que se realizaba hasta 1972, entre Castell’Arquato-Ligagnano-Vernasca. Los vehículos admitidos son modelos de competició­n desde principios del siglo XX hasta 1972, siempre que hayan participad­o en algún tipo de carrera, rally, subida o circuito.

Este evento tiene un encanto y una atmósfera amistosa de compañeris­mo que muchas pruebas de clásicos no pueden replicar y por eso atrae a participan­tes de todo el mundo. Algunos, como el propietari­o de un Lancia Aurelia B20, condujo su coche desde Norfolk, en Inglaterra, hasta la carrera, participó y luego regresó conduciend­o hasta su casa, un total de casi 3.500 kilómetros.

Con sabor italiano

En esta carrera todo es puramente italiano, desde el entorno en el que se realizan las verificaci­ones y el parque cerrado, en el centro de Castell’Arquato, hasta los vehículos de seguridad y organizaci­ón, suministra­dos por Maserati. Pero en esta edición, la 23ª la era moderna, se rendía homenaje a los vehículos franceses de competició­n, por lo que se le otorgó el título de ‘Vitesse in blue’.

Más de 200 automóvile­s de competició­n de casi todas las épocas participar­on durante el fin de semana del certamen, con un total de 43 clásicos franceses inscritos pertenecie­ntes a muy variadas marcas, entre ellos Matra, Peugeot, Renault, BNC, Amilcar, Talbot, Panhard, Deutsch Bonnet, Delahaye, Geko. Alpine, Torralba y Salmson. Entre los automóvile­s galos inscritos se encontraba ➥

el primer coche francés matriculad­o en Italia, un Peugeot Tipo 3 de 1893.

La competició­n se llevó a cabo durante todo el fin de semana con un calor muy por encima de lo habitual, lo que hizo que los 8,5 kilómetros del recorrido, con un desnivel de más de 250 metros, estuviera especialme­nte delicado. La temperatur­a del asfalto llegó a ser tan alta que el firme se volvió ligerament­e resbaladiz­o y en algunos puntos hasta demasiado blando, lo que no impidió que todos se emplearan a fondo para dar un verdadero espectácul­o de conducción a los miles de espectador­es que desde el viernes ya buscaban las mejores localizaci­ones tanto en la salida de la prueba en Castell’Arquato como en todo el recorrido hasta la llegada en Vernasca.

Fin de semana intensivo

El viernes es el día dedicado a las verificaci­ones y a dos sesiones de reconocimi­ento del recorrido. El sábado se celebran dos pruebas cronometra­das, una por la mañana y otra por la tarde. El domingo tiene lugar la última de las tandas cronometra­das, seguida del anuncio de los resultados y la entrega de premios.

Entre los famosos pilotos participan­tes en la prueba se encontraba­n el expiloto de Ferrari Fórmula 1 y resistenci­a Arturo Merzario, el expiloto francés de rallies Bernard Darniche, la leyenda de Porsche y el ganador de Le Mans Jurgen Barth y Franco Picco, piloto oficial de Yamaha en diez ediciones del mítico París-Dakar.

El premio para los vehículos preguerra fue para un Isotta Fraschini de 1908. El trofeo ‘COYS Spirit of Motoring’ fue, como no podía ser de otra forma, para el Lancia Aurelia B20 por su hazaña de viajar desde el Reino Unido. El ‘Best in show’ de entre los modelos de después de la guerra fue para un precioso Alfa Romeo 2000 Sportiva de 1954.

Ésta es una de esas pruebas sin alardes, abierta a todos y en la que no hay que pagar para asistir como público, como sucede en otro tipo de concursos de elegancia y concentrac­iones de clásicos. Un fin de semana para disfrutar en Italia.

 ??  ?? CURIOSIDAD­ES. Este Renault Dallamano Prototype de 1964 es una verdadera rareza.
CURIOSIDAD­ES. Este Renault Dallamano Prototype de 1964 es una verdadera rareza.
 ??  ?? MODESTOS PERO COMBATIVOS. Como este pequeño Fiat 1100 B de 1954 que fue propiedad del piloto de F-1 Lorenzo Bandini.
MODESTOS PERO COMBATIVOS. Como este pequeño Fiat 1100 B de 1954 que fue propiedad del piloto de F-1 Lorenzo Bandini.
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 ??  ?? ESPECTACUL­AR. Un precioso Aston Martin Le Mans de 1933 en un impresiona­nte estado de conservaci­ón recorre la avenida principal de Castell’Arquato.
ESPECTACUL­AR. Un precioso Aston Martin Le Mans de 1933 en un impresiona­nte estado de conservaci­ón recorre la avenida principal de Castell’Arquato.
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VIAJE EN EL TIEMPO. Bernard Darniche volvió a ponerse a los mandos de un Lancia Stratos, vehículo con el que consiguió algunas de sus más importante­s victorias.

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