FORMA PARTE DE LA ÉLITE
Bugatti quiere competir contra marcas como Koenigsegg y Pagani con este supercar basado en el Chiron. Se trata de un biplaza de 4,64 metros de largo y 1.995 kilos, capaz de acelerar de 0 a 100 por hora en 2,4 segundos y de alcanzar los 380 kilómetros/hora de punta. Para conseguir semejantes cifras, los ingenieros han trabajado a fondo y han mejorado muchas partes del Chiron, como los frenos –con discos ventilados en los dos ejes, de 420 milímetros delante y 400 milímetros detrás– y el propulsor, un W16 turbo que ahora desarrolla 1.500 caballos. La aerodinámica es otra de las partes que más varía, ya que se han modificado el techo del vehículo, el paragolpes delantero, el capó y el alerón posterior, este último capaz de generar por sí solo 456 kilos de carga en el eje trasero a alta velocidad
–el conocido downforce tan importante en alta competición–.
El nombre de esta ‘bestia’ es un guiño a Albert Divo, un piloto francés que ganó con Bugatti la Targa Florio en dos ocasiones.