ASALTO AL PODER
Hace exactamente 10 años, durante la presentación del Exeo, los responsables de Seat anunciaban que se trataba del modelo de la marca con mejor calidad y acabados de su historia. Tenían razón aunque, en aquella ocasión, todo era ‘heredado’ de Audi, y el Exeo parecía el hermano pequeño que recibe la ropa usada que al mayor ya se le ha quedado pequeña. Ahora, en 2018, hemos vuelto a escuchar la misma frase por parte de los responsables de Seat, aunque esta vez es de verdad y por méritos propios, tanto del máximo responsable de diseño de la marca AlejandroMesonero Romanos, como de todos los involucrados en el desarrollo del SUV más grande de Seat, que se ha llevado a cabo íntegramente en Martorell, aunque se construye en la factoría de Volkswagen de Wolfsburgo, en Alemania. Lo primero que salta a la vista es que su diseño fronta. Los faros, con tecnología Full Led, siguen teniendo la característica firma luminosa de trazos triangulares de todos los Seat, pero la parrilla y toda la parte delantera han cambiado y el resultado es mucho más elegante y sofisticado, con el logo más grande que en ningún otro modelo actual de la casa. El perfil es el algo menos ‘personal’ pero, en la trasera, volvemos a encontrarnos con un aire nuevo y a la vez conocido, con un elemento que ya tuvieron algunos Seat de décadas pasadas, como las dos primeras generaciones del Toledo o el primer Córdoba; se trata de los pilotos posteriores unidos en una sola pieza, un detalle que refuerza la anchura y el poderío de la parte trasera. Ahora ➥
los pilotos son de led y dinámicos. Las formas de la trasera están marcadas por líneas horizontales, rectas y aristas rotundas que incluso dan forma a las dos salidas trapezoidales del escape, situadas una cada lado del paragolpes dentro de unas vistosas inserciones en imitación aluminio.
IMAGEN PODEROSA
Otro punto importante en la poderosa imagen del nuevo Tarraco son sus generosas dimensiones. Mide 4,73 metros de longitud; por lo tanto es 37 centímetros más largo que el Ateca, lo que ha permitido disponer de un enorme habitáculo para hasta siete pasajeros, aunque también se ofrece en variante de cinco plazas. El espacio de carga llega hasta los 760 litros en las versiones de cinco ocupantes y 700 en las de siete, debido al espacio que ocupan esos dos asientos, una vez plegados bajo el piso del maletero. Pero como ahora los SUV han tomado el relevo de los monovolúmenes en cuanto a funcionalidad y modularidad, el Tarraco permite que los asientos de la segunda fila se puedan mover longitudinalmente unos 15 centímetros, además de plegarse o abatirse individualmente, y el respaldo del acompañante se ‘dobla’ hacia delante con lo que, jugando con estas posibilidades, se pueden transportar objetos realmente largos dentro del habitáculo y aún así mantener espacio para cuatro ocupantes. Toda una solución no solo para las familias numerosas, también para los amantes del bricolage y los fanáticos de Ikea. Las mesitas plegables en el respaldo de los asientos delanteros terminan de completar los detalles.
Ya hemos hablado del espacio y la modularidad, pero seguro que el que se siente por primera vez en las plazas delanteras del Tarraco se sorprenderá por la presentación interior, inédita y con un aire de sofisticación y calidad de primer nivel. De entrada el diseño es diferente al de cualquiera de los modelos actuales de la gama, pues ahora ya no hay una prolongación de la cúpula de la instrumentación por encima de la pantalla del sistema multimedia. El salpicadero tiene unas marcadas líneas horizontales y la pantalla de ocho pulgadas que engloba los elementos de conectividad es ‘flotante’ y va colocada sobre la consola central. Otro elemento que vuelve son las inserciones en madera, que ahora forman parte de las posibles decoraciones para el salpicadero y los paneles de las puertas.
NO FALTA NADA
Pero además de todo lo que se ve, la calidad que se percibe en el interior del Tarraco es excelente. El material del salpicadero es blando y agradable al tacto, al igual que la parte superior
de las puertas y todo desprende un aire sofisticado y de calidad pero sin ostentación. La combinación de diferentes tejidos, colores y texturas en los asientos y el revestimiento de las puertas termina de completar la sensación de calidez de su acogedor habitáculo a pesar de sus grandes dimensiones.
El Tarraco comparte, que no hereda, la plataforma MQB A+ del grupo, la misma que se utiliza, por ejemplo, en el Volkswagen Tiguan Allspace, que es 3,5 centímetros más corto que el Seat, con la misma distancia entre ejes. La suspensión es independiente en las cuatro ruedas, McPherson delante y multibrazo detrás, y la posibilidad de montar en opción los amortiguadores de dureza variable, con tracción delantera o total según la motorización. Y hablando de motores también en este apartado el Tarraco apunta, de entrada, a propulsores con un mínimo de 150 caballos. Cuando llegue en enero de 2019, estará disponible con dos gasolina TFSI de 1.5 y 2.0 litros de 150 y 190 caballos, el primero exclusivamente 4x2 y con cambio manual de seis velocidades y el segundo sólo con la tracción total 4Drive y cambio DSG de siete relaciones. La oferta Diesel se basa en el bloque de 2.0 litros con potencias de 150 caballos con tracción delantera y cambio manual de seis marchas o 4Drive con DSG, mientras que el 190 solo puede ser tracción total con cambio DSG de siete relaciones.
La tecnología es otro de los puntos fuertes principalmente en conectividad, como el cuadro de mandos Digital Cockpit y el sistema multimedia con el asistente Alexa de Amazon. No hay que olvidarse del control gestual, un elemento que por primera vez montará un Seat, o todas las ayudas a la conducción más avanzadas…