Jeep Cherokee.
Cuando lo vimos por primera vez hace cuatro años, su vanguardista frontal parecía desentonar en la gama Jeep. Ahora, el Cherokee mejora su aspecto y se hace 'más nuestro'
Más 4x4 que nunca.
Más elegante sin perder su esencia Jeep, así podríamos definir la puesta al día del Cherokee que gana en atractivo y en comodidad gracias a unos ligeros retoques estéticos, de equipamiento y a la puesta al día de su nueva y bien pensada oferta de motores.
Gama reducida
La variedad de propulsores se reduce considerablemente y se adapta mejor al mercado europeo. Ahora está compuesta por un actualizado bloque Diesel de 2.2 litros en versiones de 150 y 195 caballos, con cambio manual de seis velocidades en el menos potente y automático de nueve relaciones en el más poderoso. El motor se ha revisado en profundidad para reducir peso, emisiones y consumo. Las dos variantes del Diesel pueden tener tracción delantera, pero el sistema 4x4 solo irá con el más poderoso y tendrá tres posibles configuraciones: Active Drive I, Active Drive II y Active Drive Lock, diferenciadas por la reductora y el control de descenso de pendientes que se incluye a partir de la Active Drive II. La última es exclusiva para el acabado Trailhawk, el más aventurero, que se distingue en imagen y también en equipamiento 4x4, con protecciones de bajos, unos neumáticos específicos para campo y una incrementada altura libre al suelo.
En 2019 llegará el único propulsor gasolina, un 2.0 litros similar al utilizado en los Alfa Romeo Giulia y Stelvio, pero con algo menos de potencia y siempre con tracción total y cambio automático. También estará disponible la atractiva
versión Trailhawk, eso sí, sólo con los bloques más potentes.
El equipo de ayudas a la conducción, de serie en toda la gama, es muy completo para lo que se estila en el segmento e incluye aviso de colisión frontal con frenada de emergencia y detección de peatones, control de crucero adaptativo, aviso de salida de carril, detector de ángulo muerto, control de tráfico cruzado en la parte trasera, cámara de visión trasera y limitador de velocidad activo.
Hemos podido conducir el Diesel de 195 caballos y su rendimiento es excelente gracias al 4x4 y el cambio automático, con un buen empuje desde muy pocas vueltas y una perfecta adaptación a la transmisión, que sin ser especialmente rápida, resulta agradable y no merece ningún reproche en el Cherokee.