Comparativa del mes: Ford Fiesta ST, Toyota Yaris GRMN y VW Golf GTI.
Con la llegada de los nuevos Fiesta ST y Yaris GRMN, la guerra por conseguir el mejor compacto deportivo ha saltado de los rallies a la calle. ¿Alguien desbanca al Polo GTi?
200 caballos en cuatro metros de largo…
La competición en el mundo del motor siempre ha servido a las marcas para evolucionar la deportividad de sus propios vehículos de calle. Y qué mejor ejemplo que los tres coches que analizamos hoy. Sus genes están traídos directamente del mundo de los rallies. Gracias a esto pueden ofrecer al público unas sensaciones extremadamente deportivas por un precio muy ajustado.
Preparados para la acción
De este trío que me toca analizar hay uno que destaca por encima de los demás. Se trata del Yaris GRMN, un vehículo muy radical que ha entrado en el mundo de los compactos deportivos con una personalidad muy marcada. Y no lo tendrá fácil, ya que recientemente se han actualizado dos pesos pesados como el Volkswagen Polo GTI y el Ford Fiesta ST. Empezando por este último, os podemos decir que cuenta con un motor 1.5 litros tres cilindros de nueva factura que logra elevar su potencia hasta los 200 caballos, convirtiéndose así en el Fiesta más potente de la historia y a la vez siendo el de menor cilindrada. Una proeza al alcance de muy pocos. Estéticamente destacan sus faldones, su spoiler trasero o sus llantas específicas. Pero si hay un apartado donde destaca el ST es en el dinámico, encontrándonos un vehículo muy ágil sin que por ello nuestro bolsillo se vea resentido por culpa de un elevado consumo. En su habitáculo podemos resaltar su nueva pantalla multimedia de ocho pulgadas, el sistema de conectividad SYNC 3 o la interminable lista de asistentes como el de precolisión con detección de peatones, luces largas automáticas, alerta de tráfico cruzado, control de crucero adaptativo, alerta de mantenimiento de carril, aviso de colisión frontal, asistente de ángulo muerto…
A su lado, el Toyota Yaris GRMN parece salido directamente del Mundial de Rallies. Y es que en cuanto a imagen, el pequeño japonés destaca por traer ele- mentos tan racing como los colores con los que compite su hermano por el mundo, un enorme alerón trasero o un escape de toma única central que quita el hipo. Elementos estéticos pero a la vez prácticos, ya que están ahí para lograr que los 212 caballos atmosféricos que desarrolla el compacto no se desboquen. Dinámicamente es un ‘correcaminos’ con el que te divertirás desde el primer día. Es cierto que su aceleración no será tan rápida en la salida como la de sus contrincantes, pero su velocidad máxima o su forma de llegar allí a la antigua usanza –sin un turbo que nos ayude– te pondrá una sonrisilla en la cara que dudamos mucho que se te quite mientras lo conduces.
El tercero en análisis pero no por ello menos importante es el VW Polo GTI. Conocido por ser uno de los primeros en aventurarse en esto de los compactos ultra deportivos, la primera sensación al verlo es que se trata de un modelo menos pasional que los otros dos. Sin
➥ embargo cuenta con 200 caballos de un motor traído directamente de su hermano mayor el Golf. Una cifra que se queda cerca del Polo más radical que ha tenido la saga –el R WRC con 220– y que le sirve para estar a la altura de las circunstancias, ya que dinámicamente se mueve igual o mejor que los otros dos. Gracias en parte a su caja de cambios automática DSG de seis velocidades, a un chasis adaptado a una mayor exigencia y a una amortiguación adaptada en función del modo de conducción, que nos ayudará mucho a ganar efectivi-dad. Una vez que pasamos a su interior, nos encontramos con el VW Digital Cockpit –cuadro de mandos digital–, el equipo de infoentretenimiento Connect de ocho pulgadas o asientos específicos con la mítica tapicería a cuadros tradicional de la saga GTI.
Entramos en acción
La verdad es que afrontar tramos de montaña con cualquiera de estos vehículos es una gozada. Si tu primera opción es coger el Yaris, te sentirás como un piloto del campeonato del mundial de rallies. Su suspensión de duro tarado con una barra estabilizadora delantera de mayor grosor, su diferencial de deslizamiento limitado tipo Torsen o la asombrosa capacidad de estirar que tiene su motor, harán que enlazar curvas se convierta en una nueva adicción de la que te tendrás que curar si no quieres acabar con la cartera desplumada por las multas. Y es que el motor 1.8 2ZR-FE traído directamente de los híbridos de la compañía –como el C-HR –y ajustado al máximo por Lotus incluyéndole un compresor Magnuson Eaton que le ayuda en bajas–, hace las delicias de cualquier conductor. Sin embargo, donde peca de ‘austero’ es en el interior. Volante forrado de cuero extraído del GT 86, pedales y palanca de cambios en aluminio y unos asientos tipo bacquet forrados en un tejido parecido a la Alcántara son sus
Con el cronómetro en la mano el Toyota Yaris cobra ligera ventaja, aunque también es cierto que es el que más gasolina gasta de estos tres compactos GTi
únicos atributos que lo diferencian de cualquier otro Yaris. Un sabor agridulce que no dejan sus competidores.
En ese sentido tanto el Polo GTI como el Fiesta ST le adelantan por la izquierda con mucho margen. Si nos fijamos en el Ford, su interior incluye unos asientos firmados por Recaro que sujetan muy bien en curvas sin que por ello pasen factura en el día a día. Otros elementos relevantes son su volante achatado con el logotipo ST, o el freno de mano y el pomo de la palanca de cambios con diseño específico. La forma y la altura de éste último invita a su utilización con mucha más frecuencia de la necesaria por tacto y recorridos. Además, el aro del volante y el freno de mano están acabados en cuero con costuras en contraste azul. Dinámicamente, Ford ha conseguido que un coche con motor tres cilindros consiga levantar las pasiones de los más ‘quemados’. Y es que parece mentira pero tanto en bajas como en altas, el pequeño Fiesta logra grandes prestaciones. La cosa mejora cuando llegas a una zona de curvas y notas que el tacto de la dirección es preciso y muy rápido pese a la asistencia eléctrica que tiene, logrando transmitir como muy pocos lo hacen en estos tiempos cargados de electrónica. Pero, sin duda, lo que más nos ha sorprendido en un vehículo de este tipo es que su suspensión, pese a ser bastante firme, no nos ha resultado para nada incómoda, pudiendo hacer un paso por curva rápido y sin sobresaltos. Eso sí, al contrario que en el Yaris, si quieres que venga con un diferencial autoblocante mecánico en el eje delantero para mejorar la capacidad de tracción tendrás que pasar por caja. Una ‘caja’ que asciende hasta los 900 euros aproximadamente pero que agregará mejoras como el Launch control, las luces indicadoras de cambio de marcha o un interior aun más deportivo. Cierto es que de serie viene equipado con un vectorizador de par –un sistema que actúa sobre los frenos de la rueda del interior en ➥
las curva para mantener la trazada– que no va nada mal, pero si eres un fanático de los circuitos y esperas meterlo en uno en cuanto puedas, echarás mucho de menos el autoblocante.
Deportividad vs comodidad
En el Volkswagen la vida es más ‘tranquila’. Pese a no contar con un autoblocante mecánico, el sistema electrónico que lo sustituye denominado XDS –diferencial electrónico parecido al del Fiesta– y el propio control de estabilidad simulan su actuación al paso por curva. No obstante, si fuerzas su comportamiento, aparecerá el temido subviraje. Aunque nada que no se pueda controlar con un poco de gas y volante. Estéticamente no es tan radical como sus rivales. De hecho, ha sido concebido de manera que se pueda conjugar deportividad con funcionalidad. Por ejemplo, se vende única y exclusivamente con carrocería de cinco puertas, un hecho que no le resta empaque ni sensaciones excitantes tras el volante. De hecho, gracias al abandono del downsizing y al uso del motor de dos litros, su aceleración no deja de empujar desde parado hasta el corte. Tampoco está reñida la velocidad con la capacidad de carga de sus respectivos maleteros.
Pensados para todo
El GTI declara unos 351 litros siempre y cuando no se monte el equipo de audio tope de gama como extra, ya que elimina el doble fondo y en su lugar se aloja un gigantesco subwoofer. En el Fiesta es una rueda de repuesto de tamaño estándar lo que reducirá su capacidad de 303 a 292 litros. El nipón por su parte sólo ofrece una capacidad de 283 litros sin posiblidad
La capacidad de tracción que ofrece el Fiesta ST es una de sus virtudes
de ampliación. En cuanto a consumos nos ha sorprendido la frugalidad que tienen tanto el Fiesta como el Polo. El de la firma del óvalo se apoya en un motor tricilíndrico que en momentos determinados puede funcionar en dos gracias a la tecnología de desactivación de cilindro –en singular porque sólo se desconecta uno– . Así hemos podido dejar su consumo medio en 6,5/6,7 litros a los 100 kilómetros en función también del programa de conducción escogido –puedes configurar dos, Eco y Sport–. En el alemán, los resultados han sido más sorprendentes. Gracias a la optimización de su caja de cambios automática y a los programas de conducción eficiente –cuenta con hasta cuatro divididos en Eco, Normal, Sport y Perso– sus consumos medios no han subido de 6,4 litros a los 100. En el que no hemos podido rebajar el consumo ha sido en el Yaris, dándonos de media en nuestras mejores mediciones 10,1/10,2 litros a los 100 kilómetros.
En conclusión
A la hora de escoger un vehículo de estas características puedes estudiar muchos apartados antes de decantarte por ninguno: las sensaciones, la estética, la habitabilidad, el confort, la potencia… y la verdad es que para cada caso puedes tener un vehículo. Si lo tuyo es contar con una estética agresiva en el que primen las sensaciones fuertes y no te importe perder algo de confort en el día a día o tener un consumo algo elevado, tu coche sin duda es el Yaris GRMN. Si por el contrario buscas algo más comedido visualmente que te permita alguna escapada familiar sin que las prestaciones o el consumo se vean afectadas, entonces tu elección será el Polo GTI. Pero si de verdad quieres combinar un diseño deportivo sin llegar a ser extremo, con una usabilidad diaria en el que no se mermen el confort de marcha, el gasto o las prestaciones, tu coche por excelencia será el Ford Fiesta ST.