Suzuki Vitara. Más tecnológico y 4x4.
Una vez cubiertas las necesidades offroad con el Jimny, Suzuki 'doméstica' aún más el Vitara conviertiéndolo en uno de los SUV más funcionales, equipados y asequibles del mercado
Desde que vio la luz en 1988 como un todoterreno puro, el Vitara ha sufrido una evolución paralela a la del segmento, abandonando cada vez más su componente 4x4 puro y 'domesticándose' para su utilización sobre asfalto, lo que le permite entrar de lleno en el universo SUV. Restyling de la cuarta generación que nació en 2015, el nuevo Vitara recibe ligeros retoques estéticos a la vez que una evolución mecánica y de equipamiento muy importante. De hecho se posiciona como uno de los SUV más equipados y económicos, y con unas posibilidades mecánicas que incluyen la opción de contar con tracción integral incluso con el motor menos potente.
En el exterior estrena parrilla cromada y paragolpes, además de grupos ópticos posteriores, cambios muy sutiles que se completan con llantes de nuevo cuño en medida de 17 pulgadas y hasta ocho combinaciones bitono para la carrocería –tres nuevas– y siete opciones monotono.
En el interior se incorporan inéditas tapicerías, así como tonalidades de salpicadero y materiales de mejor tacto en esta misma zona. En materia tecnológica contamos ahora con una pantalla LCD de 4,2 pulgadas entre los relojes del cuadro que nos aporta información de viaje como consumo, modo de conducción… Lo que no cambian son unas correctas plazas traseras y un maletero
con una capacidad de 375 litros, 1.120 si reclinamos el banco posterior, una habitabilidad que lo convierte en una opción muy adecuada para familias, dadas sus excelentes dotes ruteras.
La seguridad crece
En materia de equipamiento el avance en seguridad ha sido muy importante, al incorporar de serie en los dos niveles de equipamiento de los tres disponibles –GLE y GLX– elementos como la frenada de emergencia, el asistente de alerta por cambio de carril y fatiga, el lector de señales de tráfico, el sensor de ángulo muerto o la alerta de tráfico posterior.
La oferta mecánica cambia con la aparición del nuevo motor 1.0 de 111 caballos, bloque que pese a ser el escalón de acceso a la gama es compatible con la tracción integral 4WD AllGrip y con cambio automático, lo que convierte al Vitara en una de las opciones 4x4 más accesibles del mercado. El sistema de tracción integral no sufre modificación alguna y sigue contando con un selector de modos de actuación que nos permite escoger entre las posiciones Auto, Sport, Snow y Lock.
En un escalón superior la variante de 140 caballos es perfecta para los que viajan a menudo, solos o acompañados, no tanto por la cifra final de potencia como por la mejora en par motor, uno de los principales handicap de este tipo de carrocerías con motor gasolina.
Al igual que pasaba en su pre decesor, en carretera destaca por la comodidad de su suspensión, que nos permite rodar en autopista con total confort dentro de un habitáculo silensi o soy bien aislado. En paralelo, se mueve con extremada soltura en recorridos de montaña, donde saca a relucir cierta deportividad en sus reacciones que harán las delicias del conductor, especialmente por la agilidad del tren delantero y por un cambio de recorridos cortos y precisos.
Siempre 4x4
En nuestra opinión resulta obligado dotarlo de tracción integral, pues además del plus de seguridad que supone en carretera, nos permitirá disfrutar de todo su potencial, pues es un coche con el que podemos ir más allá de lo que aparenta, especialmente si lo acompañamos de unos neumáticos adecuados para la ocasión.
Cómodo en carretera, la traccion integral nos permite llegar más allá de lo previsible