Colores especiales. Los tonos para las carrocerías más extravagantes del mundo.
Hoy en día, plasmar en una carrocería cualquier color o acabado de pintura es realizable; tan solo es cuestión del dinero que estemos dispuestos a pagar… # PEDRO BERRIO
La enigmática actriz estadounidense Gloria Swanson dijo una vez en una entrevista que los coches debían ser como los guantes, blancos o negros. En su época de esplendor, en los años 30 del siglo pasado, la actriz no andaba muy descaminada porque las posibilidades de elección de color que ofrecían los fabricantes eran escasas. Incluso tiempo después, cuando a finales de los 50 se pusieron a la venta en España los primeros Seat 600 fabricados en la factoría de la Zona Franca de Barcelona, las opciones eran realmente escasas por no dedir casi nulas. La evolución del color de los vehículos ha ido casi paralela a la evolución tecnológica de los automóviles y del utillaje que se emplea para su fabricación y, por supuesto, su pintura.
El color se ha convertido en un elemento distintivo y diferenciador entre las marcas y fabricantes como RollsRoyce anuncian orgullosos una paleta de más de 44.000 tonos disponibles para sus exclusivos clientes aunque, si esto no es suficiente, pueden hacer cualquier pigmento que el futuro propietario desee e incluso bautizarlo con su nombre.
Tendencias oficiales
Pero el color es un asunto mucho más importante de lo que podamos pensar y, aunque parezca sorprendente, en Europa hay dos organismos internacionales que se dedican a investigar todo lo relacionado con el color en los diferentes aspectos de la industria y la moda. El más antiguo de estos organismos es Intercolor, fundado en 1963 por iniciativa de Francia, Suiza y Japón. Dos veces al año, durante el congreso de Intercolor, los delegados presentan sus propuestas de gama para una temporada específica y los conceptos, estilos de vida y entornos que influyeron en esta elección. Al final de este congreso se resumen las
tendencias principales y se traza la gama de colores ‘Intercolor’ como resultado de las ideas surgidas durante el congreso.
Por su parte la ICA – International Colour Association–, con sede en Londres, trabaja desde 1968 en todo lo relacionado con el color para el arte, el diseño, la ciencia y la industria. La artista catalana Pepa Poch forma parte del comité de esta institución que, al igual que Intercolor y después de las reuniones de trabajo en las que se analizan múltiples factores sociales, cada año avanza cuáles serán los que serán ‘tendencia’ para los próximos meses en una amplia variedad de sectores.
Si nos centramos en el automóvil, seguro que los creadores de los colores de los vehículos tienen en cuenta las tendencias anunciadas por estas dos instituciones ya que, con cada nuevo modelo, los fabricantes suelen estrenar un tono de pintura que antes no existía en su catálogo.
Aunque en los últimos años hemos visto propuestas realmente llamativas en tonos amarillos, anaranjados y ocres, lo cierto es que los básicos como el blanco, el azul ➥
➥ y el gris siguen siendo los preferidos desde hace años en nuestro país y en casi todos los mercados del mundo.
De hecho más del 30% de los turismos que se matriculan en todo el mundo son blancos y no porque sea el color preferido de sus propietarios, sencillamente es porque no queremos arriesgar. Un coche es una inversión a largo plazo y un color demasiado ‘de moda’ o muy llamativo
puede que no nos sigas gustando dentro de seis u ocho años. Los que cambian de automóvil con más asiduidad suelen ser más atrevidos, seguramente porque saben que si se cansan pueden deshacerse de él relativamente pronto.
Precisamente la venta de un vehículo demasiado llamativo es una de las claves que también nos frena a la hora de elegir un color atrevido porque pensamos que puede ser un inconveniente cuando en realidad puede ser una ventaja si el coche ‘enamora’ al posible comprador.
Hasta hace unos años, el blanco era el color ‘básico’, el que nadie quería y el que no suponía ningún sobreprecio. Ahora, casi todas las marcas exigen pagar un extra por este codiciado tono sin necesidad de que sea metalizado. Los precios varían mucho, desde los aproximadamente 400 euros que hay que pagar por la pintura metalizada de un urbano de marca generalista, hasta los 250.000 de la pintura con integral con fibra de carbono vista del Bugatti Chiron, 180.000 si sólo cubre una parte de la carrocería.
¿Cuánto cuesta un color?
De todas las marcas que hemos analizado en busca de sus colores más exclusivos, hemos llegado a la conclusión de que el más caro dentro de catálogo, no de peticiones especiales, supone entre un 8 y un 10% del precio final del vehículo. Un coste elevado y que en muchos casos supera el precio total de un modelo de firma generalista, pero es el coste que hay que pagar por diferenciarse.
Así por ejemplo, el atractivo Pure metal Silver que BMW ofrece para sus M3, M4 y M5 y que según los responsables de la marca varía su tonalidad grisácea como si fuese ‘mercurio líquido’, tiene un precio final de entre 8.500 y 10.000 euros en función del modelo. En el caso de los colores especiales de la división Q de Aston Martin, el precio está alrededor de los 11.500 euros. El precioso gris sa- tinado con el que Land Rover mostró las primeras imágenes del premiado Range Rover Velar, denominado Flux Silver, es uno de los colores desarrollados por SVO, la división de vehículos especiales de la firma inglesa y cuesta casi 9.000 euros.
Hoy en día los colores más exclusivos y caros son los mates y satinados, por la dificultad que supone conseguir ese acabado sin brillo. Una dificultad que se ex-
La tecnología permite llevar cualquier color a la carrocería de un automóvil
tiende a su mantenimiento, ya que el roce de los rodillos de los túneles de lavado o de cualquier tipo de maltrato produce la aparición de brillos que acaba con su imponente acabado mate.
Personalización, la clave
Todas l a s marcas premium c u e nt a n con departamentos dedicados a hacer realidad las peticiones más personales y exclusivas de sus clientes dispuestos a pagar por un capricho especial. Uno de los ‘deseos’ que más a menudo parecen recibir estas divisiones por parte de sus clientes, y que puede parecer un tópico, es reproducir el color de la laca de uñas o el lápiz labial de su novia o esposa. Un sofisticado sistema de análisis permite conocer la composición exacta que otorga el tono final a estos cosméticos y conseguir reproducir el color exacto en la pintura de un coche, algo que es posible gracias a la tecnología actual.
A partir de esto no es difícil imaginar que casi todo es posible siempre que el cliente esté dispuesto a pagarlo. ¿Imaginas que pudieras crear un color exclusivo y que ese mismo luciera en todos tus coches, el actual y todos los que podrás tener el resto de tu vida?