Prueba a fondo: Mazda6 Wagon 2.2 Skyactiv-D. Uno de los familiares más atractivos y capaces del momento.
Mejoras en calidad, equipamiento y comportamiento renuevan el argumentario de uno de los familiares más funcionales y atractivos
En plena era post-monovolumen, la gran versatilidad de las carrocerías familiares las ha convertido en una alternativa para aquéllos que, desencantados de la moda SUV, tienen necesidades muy específicas de espacio. Éste es el caso del Mazda6 Wagon, un familiar tradicional pero con una estética muy cuidada que lo convierte un un verdadero objeto de deseo, especialmente en este espectacular color rojo. Actualizado recientemente en profundidad a partir del modelo de 2016, el nuevo 6 gana en personalidad con la calandra rediseñada de mayor tamaño y los grupos ópticos actualizados al adoptar iluminación led adaptativa. En la parte posterior retoques que lo hacen ligeramente más deportivo y que afectan fundamentalmente a los faros.
Es en el interior donde descubrimos que la cosa se pone seria, con una nueva pantalla central flotante de buen tamaño pero que sigue sin ser táctil, manejándola desde el mando circular entre los asientos. El cuadro de relojes recibe otra pantalla digital central con forma circular, que además de velocidad pasa ahora a informar de otras funciones adicionales. La mejora también ha afectado a la calidad de las terminaciones del salpicadero y de todo el interior en general, al estrenar materiales más blandos y unos asientos que ganan en calidad de mullido y con ello en comodidad. ➥
Pero más allá de lo meramente estético la evolución del 6 ha afectado en buena medida a su mecánica con dos finalidades; por un lado incrementar la comodidad y por otro reducir los consumos. Para lo primero se ha optado por modificaciones puntuales en la suspensión, que incluye nuevos amortiguadores más gruesos y de mayor recorrido, en paralelo se ha mejorado la insonorización del habitáculo añadiendo material fonoabsorbente. Sobre el asfalto la evolución no es asombrosa, si bien es cierto que el 6 resulta ahora más rápido y dinámico en su comportamiento, especialmente el tren delantero, mucho más directo y rápido en el tacto de conducción.
El segundo de los objetivos, reducir consumos, se logra añadiento aditivo adBlue al motor, lo que le permite cumplir con la normativa. El funcionamiento del propulsor apenas varía, acompañado por una caja automática por convertidor de par que destaca más por su suavidad que por su rapidez. En definitiva, un sobresaliente compañero de viaje que ahora además abruma con un equipamiento que incluye cámara 360 grados, ventilación en los asientos, Head Up Display en color, alerta por tráfico trasero cruzado, o Cruise Control adaptativo que ahora puede llegar a detener el coche por completo.