Les hemos dicho adiós… A la antena de la radio, el lector de CD, el mechero…
Nos guste o no, la realidad es que los vehículos actuales poco o nada tienen que ver con sus predecesores. Pero ¿qué se ha perdido por el camino? Aquí te lo contamos # KARAM EL SHENAWY
El mundo del automóvil es, junto al de los telefonos móviles, uno de los sectores que más y más rápido evolucionan. El coche con diez años que tenemos hoy en nuestro garaje tiene poco que ver con los que salen hoy en día por las puertas de los concesionarios. En sólo dos décadas –o incluso menos– parece que han evolucionado un siglo, más incluso si los compara- mos con los modelos más antiguos, los ‘ oldies’ de la década de los 70, 80 y 90. Muchos todavía piensan en ellos como iconos, mientras que otros los ven como auténticos hierros destartalados que poco o nada tienen que ofrecer frente a los modernos, funcionales y eficientes vehículos de la actualidad.
Esta evolución ha supuesto la desaparición de decenas de elementos op- cionales o de serie que han pasado a mejor vida, del mismo modo que han aparecido decenas de gadgets que ya hemos integrado con total naturalidad a nuestro coche. No cabe la menor duda de que los coches de ahora no tienen nada que ver con los de hace 30 o 40 años en materia de opciones.
En las siguientes líneas te traemos una decena de elementos que han desapareci-
do o se han transformado así como otros tantos que han surgido con el objetivo de facilitarnos la vida.
1. Cuadro de instrumentos
Hubo un tiempo en el que ni los vehículos de más altísimo standing –como el BMW Serie 7 E23 que preside este reportaje– montaban una sola pantalla digital. Ahora, los monitores centrales no solo han deste- rrado partes del automóvil icónicas y en las que entraremos un poco más adelante, sino que también han absorbido el cuadro de instrumentos. Tras el volante, ya no se colocan los tradicionales relojes de la velocidad, cuentarrevoluciones o los marcadores de la temperatura del motor y del nivel de carburante. En su defecto, hemos pasado a tener pantallas gigantes que nos muestran todas las funcionalidades del ➥
En poco más de dos décadas, la evolución que ha sufrido el sector del automóvil podría equivaler al de casi un siglo de avances
➥ vehículo ¡incluido el navegador! Parte de culpa hay que echársela a Audi, pues el TT de la generación actual fue el encargado de estrenar esta moda.
2. Llave de contacto
En uno de los puntos del decálogo que tratamos unas páginas más adelante, hablamos sobre el cuidado que hay que tener con las cerraduras y las bajas temperaturas. Sin embargo, no hemos comentado que este accesorio, tan importante para que el coche –sin el no se puede arrancar–, está en vías de extinción. Sí, como suena. En su defecto, el tradicional contacto se ha ido sustituyendo por un botón unas veces situado en el mismo hueco y otras en zonas ocultas. Para rizar más el rizo, los Tesla Model S y Model X ni siquiera cuentan con el comentado pulsador. Para que el coche se encienda basta con apretar el pedal del freno con una mayor presión. ¡Ah! Y para que no se nos olvide, muchos de estos arranque sin llave viene asociados al dispositivo de acceso sin la misma, es decir, que simplemente con acercarnos al tirador, se abre. Por tanto, se acabaron los tiempos de buscar en los bolsos, mochilas o abrigos para acceder al coche.
3. Tiradores de las puertas
Las últimas líneas del punto anterior nos llevan a hablar de otro elemento del vehículo que podría desaparecer. Nos referimos a los tiradores. Cierto es que por homologaciones y normativa de seguridad, de momento los vehículos están obligados a llevarlos –sobre todo para facilitar las maniobras de extracción en caso de accidente–, pero por lo visto en los últimos prototipos, como el Audi e-tron GT Concept, sus días están casi contados. En su defecto, otros fabricantes como Land Rover o, de nuevo, Tesla, han optado por una solución intermedia: tiradores retráctiles. Cuando el conductor se acerca con la llave – esté donde esté–, se despliegan y al cerrarlo, se ocultan. Además de por estética es una solución que beneficia a la aerodinámica.
4. Elevalunas manuales
¿Quién no ha echado carreras con sus hermanos, amigos o familiares a ver quién era más rápido en subir y bajar las ventanillas? Sí, las manivelas de los elevalunas suenan a elemento del siglo pasado, aunque te sorprendería conocer la cantidad de modelos de nueva factura que aún los emplean. Cierto es que muchos de ellos pertenecen a categorías algo más populistas o a niveles de equipamiento más asequibles, pero a poco que te vayas a un modelo de medio o alto rango, el elevalunas eléctrico será un estándar de serie. El siguiente paso es encontrar coches en donde los cuatro elevalunas funciones con un toque y no tengas que mantener el dedo en el pulsador para que baje la ventanilla.
5. Rueda de repuesto
Puede gustarte o no –en nuestro caso lo detestamos–, pero ya es habitual que los coches se vendan sin rueda de repuesto. En su lugar se ha sustituido por un kit antipinchazos que, en caso de reventón leve, nos permite sellar el agujero de manera temporal. Esta solución se ha hecho popular bien por ganar espacio en el maletero, bien por añadir equipamiento extra –algunos modelos colocan ahí el subwoofer del equipo de sonido–, bien por transformar el vehículo a GLP o GNC –en su cavidad se colocan los depósitos de gas– o por comodidad, ya que en caso de sufrir un pinchazo es más sencillo que andar cambiando una rueda. Eso sí, hay que tener en cuenta que la espuma sellante tiene una caducidad –de media son cuatro años– y que en ningún caso sirve para circular como queramos, en cuanto encontremos un taller, entra para que te cambien el neumático.
6. Faros halógenos
A poco que eches la vista atrás, probablemente te recuerdes en el asiento trasero del coche –sin cinturones ni reposacabezas–, quedándote alucinado de aquellos coches con los que te cruzabas y que montaban luces amarillas, e incluso azules. Su origen se remonta a la Segunda Guerra Mundial, en Francia, donde se usaban para distinguir los coches franceses del resto y poder así detectar quién era enemigo. Pero historias aparte, estas lámparas eran halógenas, ➥
Internet y los móviles son ahora un compañero más en nuestros viajes y con ello han revolucionado nuestra relación con el coche
➥ punto al que queríamos llegar. Dado su alto consumo energético y, sobre todo, tras la aparición masiva de los LED, las luces convencionales están llamadas a desaparecer... Tanto externas como internas –según Renault sustituir todas las luces halógenas del Kadjar ha supuesto reducir por seis el gasto energético–. Tal es así que modelos pertenecientes al segmento B ya las emplean.
7. Freno de mano
De nuevo, ya sea por cuestiones de espacio o por funcionalidad, lo cierto es que son cada vez menos los coches que vienen con un freno de estacionamiento manual. En su lugar, los fabricantes han optado por incorporar un freno eléctrico. Con él se consigue un habitáculo más diáfano y, algo esencial para muchos, que nos olvidemos tanto de tensarlo al aparcar como de destensarlo al iniciar la marcha. Al estar controlado por un ordenador, se activan y desactivan de manera automática, facilitando la vida al conductor en maniobras como la salida en pendientes pronunciadas. Sin embargo, por muy excepcional que resulte, también acarrea ciertas desventajas. Más allá de suprimir la tentación petrolhead de poder echar mano de él para derrapar –siempre en un lugar acondicionado para ello, claro está–, requiere un mantenimiento específico que, en caso de mal funcionamiento, resulta más costoso de reparar. Igualmente, si la batería falla, será necesario ir al manual de instrucciones para ver cómo liberarlo y poder desbloquear el vehículo.
8. Palanca de cambios
Suena descabellado sí, pero la palanca de cambios es otro de los elementos del vehículo que podría pasar a mejor vida... Sobre todo si eres poseedor de un coche automático. La evolución nos ha llevado a diales giratorios y retráctiles como los que ya emplean Jaguar o Land Rover en algunos de sus modelos. Otra opción sería copiar a Mercedes-Benz y colocar la palanca en la columna de la dirección. Puesto que el futuro nos lleva a electrificación y dado que estos vehículos no cuentan con mar- chas prefijadas, la solución será emplear botones en lugar de palanca, como por ejemplo el Hyundai Kona eléctrico.
9. Radiocassette/lector de CD
Ya lo decíamos al principio. La consola central se ha convertido casi en un salón, sobre todo si tenemos en cuenta que en ella se han incrustado pantallas cada vez más gigantes. Tesla, primero, y Volkswagen, después, son los ejemplos más flagrantes. Los grandes damnificados, los equipos de música con cassette o lector de CD, que han dejado paso a las tomas USB y la música en streaming a través del Bluetooth o de Apple CarPlay y Android Auto.
10. Mechero, ambientador...
Tampoco podemos olvidarnos de elementos míticos como las fundas de bolas de madera para los asientos que, supuestamente mejoraban la circulación –ahora hay asientos con masaje–, los ambientadores de pino –sustituidos por ionizadores– o los mecheros –reconvertidos en tomas de 12 V–.
La reducción de consumos ha supuesto una revolución para la iluminación