CUERPO de élite
El Kodiaq estrena la versión RS, que se caracteriza por un kit estético muy agresivo y un poderoso propulsor Diesel biturbo de 240 caballos. La pretensión de este modelo es tal que se ha convertido en el SUV de siete plazas más rápido en Nürburgring…
Con casi dos toneladas de peso, el Skoda Kodiaq RS pondrá en apuros a más de un GTI, como pueden ser los Renault Clio RS de 220 caballos y Ford Fiesta ST de 200 caballos. El SUV acelera de 0 a 100 en sólo 6,9 segundos, mientras que el Renault lo hace en 6,6 segundos y el Ford en 6,5 segundos. A pesar de la diferencia de concepto y de tamaño entre ellos, la comparación es más importante de lo que parece porque el Skoda es ¡650 kilos más pesado! Parte del éxito prestacional del Kodiaq RS recae en el propulsor, un turbodiésel de dos litros biturbo con 240 caballos, que trabaja en colaboración, por un lado, con el cambio de marchas automático de doble embrague de siete relaciones y, por otro, con la tracción integral, que cuenta con un embrague Haldex de quinta generación. Ambos sistemas, por cierto, son de serie.
Los conceptos claros
A pesar de que este corazón tiene un increíble par de 51 kilográmetros –prácticamente idéntico al de un McLaren 540C–, la realidad parece distinta porque no tenemos la sensación de que el Kodiaq RS vaya a despegar como parecen indicar sus números. El aislamiento acústico del vehículo, la propia suspensión y hasta el 4x4, que es capaz de enviar hasta un 85% del par a una única rueda, se encargan de que el Kodiaq RS sea más tranquilo de lo esperado. Tampoco hemos percibido variaciones en la forma de entregar la potencia entre los distintos modos disponibles, ni siquiera dando el salto entre Eco y Sport. Cambian y de forma significativa la asistencia a la dirección, las leyes que rigen la transmisión y, sobre todo, el sonido del escape, demasiado artificial aunque en el modo Individual afortunadamente se puede desactivar.
En carretera y a pesar de contar con la suspensión de dureza variable DCC, el Kodiaq RS tiene un comportamiento
El Kodiaq RS sólo está disponible en Diesel. El gasolina, de momento, está descartado
➥ noble, con un toque confortable incluso con la amortiguación en la posición más firme. Ni siquiera los neumáticos, que son anchos y de perfil relativamente bajo –235/45–, rompen con esa forma de rodar relajada que tanto le caracteriza. Ahora bien, hay una evolución dinámica a la hora de afrontar curvas rápidas, ya que se han reducido bastante los balanceos de otras versiones menos pretenciosas del Kodiaq, siempre y cuando se elija la función Sport. Otra cosa distinta es en las más cerradas, en las que el Skoda no se desenvuelve tan bien debido a su elevado peso. Tampoco le gusta moverse fuera del asfalto a pesar de su concepción todocamino, salvo que sean pistas en buen estado de conservación. La altura libre es relativamente generosa, pero las preciosas llantas de 20 pulgadas Xtreme están muy expuestas a roces; tampoco ayudan los paragolpes que estrena y que reducen los ángulos de entrada y de salida. En el apartado de la frenada, el Kodiaq RS nos ha sorprendido gratamente por su poderosa mordida, con unos discos delanteros ven- tilados de 340 milímetros y otros traseros de 310 milímetros. En ambos ejes, las pinzas van siempre pintadas en rojo como detalle diferenciador.
Nada se deja al azar
A pesar del enfoque del vehículo, Skoda ha querido que este RS mantenga todos los puntos fuertes del Kodiaq. La habitabilidad sigue siendo espectacular permitiendo que en la segunda fila viajen tres adultos, como también lo es el espacio de carga, con un maletero que tiene 530 litros en el caso del cinco plazas, 520 litros si se trata del modelo de siete asientos. En uno y otro están presentes las interesantes soluciones Simply Clever, como las redes en el maletero, un paraguas en la puerta delantera, el soporte para tickets en la luna delantera, la linterna led extraíble, el rascador de hielo en la tapa del depósito de carburante… Está claro que Skoda quiere que el Kodiaq RS sea el todocamino de siete plazas más rápido de Nürburgring y el más práctico fuera de él.