Honda CR-V.
La quinta generación del SUV más vendido del mundo actualiza su argumentario comercial con una calidad superior y mejoras de equipo y comportamiento
Probamos la variante manual del todocamino japonés, con 173 caballos.
Conforme a datos de la reconocida consultora automovilística JATO Dynamics, estamos ante el SUV más vendido de la historia en el mundo, al circular ya unos 10 millones de unidades de este todocamino en sus cinco generaciones –vio la luz en 1995–. Un hito que no le priva de mantenerse anualmente en el podio de los 10 coches más matriculados del globo. El reciente nacimiento de la quinta generación del modelo japonés supone un punto y seguido en su tradición, pues mejora los puntos débiles de su predecesor sin ceder un ápice de sus señas de identidad.
Pese a que estéticamente su evoluc i ón e s c ont e ni da, nos e ncontr a mos ante una plataforma 100% actualizada, que amplia la distancia entre ejes en tres centímetros sin afectar por ello a la longitud del modelo, que se mantiene en 4,60 metros. La nueva plataforma le permite mejorar la habitabilidad interior, ofreciendo por primera vez en su historia una variante de siete plazas y una configuración mecánica híbrida que llegará al mercado en breve.
Espacio para todo y todos
El espacio disponible sigue siendo uno de sus puntos fuertes, con unas plazas delanteras muy generosas que tienen continuación en unas posteriores mayores que ➥
las de modelos de su competencia directa como el Mazda CX-5 o el Toyota RAV4. El maletero, por su parte, ve mermado su volumen en 28 litros, una reducción que no le priva de ofrecer 561 litros de capacidad, lo que le permite mantenerse entre los SUV más amplios.
En este caso centramos nuestra prueba sobre una unidad de cinco plazas, en la que destaca la mejora de calidad interior así como la incorporación de elementos de equipamiento que echábamos de menos en la anterior generación como los faros de led adaptativos o el techo panorámico practicable. El acabado Executive de nuestra unidad marca tope de equipamiento e incluye elementos como tapicería de símil piel, portón trasero automático que se abre pasando el pie bajo la matrícula o freno de mano eléctrico. El equipo multimedia dispone de una pantalla de siete pulgadas, y sin ser lo mejor del nuevo Honda, ahora es 100% compatible con Android y Apple.
Sentados al volante percibimos una mejora importante de la calidad interior, con plásticos mullidos de mejor calidad y unos remates más cuidados que en el predecesor, junto a una segunda panta- lla TFT de siete pulgadas que sirve de cuadro de relojes y permite modificar la información a gusto del conductor.
Se mueve más y mejor
En el apartado motriz contamos con el bloque gasolina 1.5 i-VTEC heredado del Civic, aunque con profundas modificaciones para adaptarlo a las distintas necesidades del CR-V. Acompañado de un cambio manual de seis velocidades de manejo excelente, el conjunto demuestra una eficacia notable, con un empuje superior al que cabría esperar y un nivel de consumo muy contenido salvo que seamos inmisericordes con el acelerador. El esquema mecánico lo completa el sistema 4x4 Real Time AWD, un automatismo que dispone de un diferencial central multidisco que reduce su tiempo de actuación dando ahora mayor protagonismo en la conducción al tren posterior, que recibe más par y de forma instantánea tan pronto como detecta pérdidas de tracción.
Sobre el asfalto el resultado nos ha convencido. En autopista es un compañero de viaje excepcional, con un rodar cómodo que transmite seguridad al conductor que, eso sí, tendrá que recurrir con frecuencia al cambio para mantener ritmos alegres de 'pilotaje'. En zonas viradas detectamos una mejora importante en la precisión de guiado, con un tren delantero más rápido y directo y una carrocería que inclina mucho menos que en su predecesor, reduciendo así los rebotes y movimientos parásitos.
Asimismo, ahora ofrece mejores aptitudes fuera de asfalto, al incrementar la
El motor gasolina 1.5 anda más de lo previsible, con un consumo ajustado
distancia libre al suelo hasta los 201 milímetros, con lo que se mejoran además los ángulos de acceso y salida, aunque no disponemos de control de descensos ni de bloqueo de diferencial.
No cabe duda de que las mejoras de habitabilidad del CR-V le mantienen en 'la brecha' como uno de los mejores SUV familiares del momento, añadiendo a su vez ventajas extra como sus tres años de garantía, la fiabilidad absoluta de la marca o la calificación Euro NCAP que lo posiciona como uno de los todocaminos más seguros del momento. En materia de precio se mantiene en los niveles de su competencia directa, toda una declaración de intenciones.