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El diseñador y artista holandés Martin Hajeck no ha podido resistirse a imaginar y crear el sucesor del mítico 2CV... en el universo digital
Hace ya más de 70 años que aquel curioso vehículo presentado en el Salón del Automóvil de París de 1948 fue objeto de admiración por unos y de bromas por otros. Lo cierto es que el Citroën 2CV escribió una importante página de la historia del automóvil que los más nostálgicos se niegan a olvidar y son continuas las recreaciones de cómo sería el 2CV del nuevo siglo. En un momento de cambio en la industria del automóvil, parece que las marcas miran al pasado para diseñar sus vehículos del futuro... eléctricos y conectados. Entre los últimos ejemplos tenemos el Honda e, claramente inspirado en la primera generación del Civic, y el Peugeot e-Legend, una actualización del precioso 504 Coupé de finales de los años 60. Con esta idea Martin Hajeck, diseñador industrial y artista digital, se puso a trabajar en la reinterpretación de uno de los vehículos europeos más carismáticos y queridos, el 2CV. Por supuesto tenía que estar actualizado a los nuevos tiempos y el eCV, como ha denominado su creación, es completamente eléctrico y autónomo, sin renunciar a los elementos de diseño que lo hacen reconocible, como su peculiar silueta, sus ruedas traseras carenadas o el paragolpes en forma de ‘bigote’ que es el soporte para las luces diurnas. Las dos puertas laterales dan paso a una única transparente de apertura vertical hacia atrás y el techo de lona se convierte en un enorme cristal panorámico como continuidad del parabrisas. En el habitáculo se ha mantenido el minúsculo cuadro de instrumentos del modelo original, pero actualizado. El magnífico trabajo digital de Hajeck nos permite ver el nuevo eCV casi como si fuese real junto al 2CV ‘de verdad’ con un elemento tan parisino como el 2CV, la torre Eiffel. El propio creador espera que algún día Citroën vuelva a dar vida al 2CV o mejor aún, al eCV.