Salón de Tokyo. Durante una semana vivimos en primera persona la locura de una de las ferias más asombrosas, raras y extravagantes del planeta en la que, a veces, los coches pasan a un segundo plano. ¿Dónde si no encontrarse un Doraemon o un Transformer e
El Salón de Tokio vuelve puntual a su cita cada dos años, para mostrarnos pocos coches ‘de carne y hueso’ y multitud de soluciones peregrinas y casi humorísticas de cómo podría ser la movilidad en un hipotético futuro perfecto, con coches que conducen solos y no emiten gases contaminantes
Si hace solo unos años la brecha entre el automóvil europeo, norteamericano y asiático parecía que se estaba cerrando con vehículos mundiales cada vez más globales, en el último Salón de Tokio hemos podido comprobar cómo el coche japonés ha tomado su propia senda, en un certamen en el que las novedades allí presentes apenas llegarán a Europa –hablamos de media docena–. Eso sí, soluciones mecánicas de bajas emisiones como la tecnología e-power de Nissan sí se verán en nuestro mercado a lo largo del año que viene y de la que hablamos en las siguientes páginas. Precisamente esta marca protagoniza nuestra apertura de salón con el Ariya, un concept car que podría llegar en 2020 en su versión definitiva. Se trata de un SUV de 4,60 metros –mayor que el Qashqai– con dos motores eléctricos y una autonomía que rozaría los 500 kilómetros. Por su parte, el IMK hace un guiño a los kei cars nipones –pequeños coches urbanos–, con 3,43 metros de longitud estrena la nueva plataforma de urbanos eléctricos de la alianza Renault Nissan, toda una declaración de intenciones para futuros modelos que sí pueden aterrizar en Europa.
Conceptos muy atrevidos
Dos de las novedades más ‘reales’ en un certamen en el que Toyota llamó la atención con una legión de soluciones de movilidad alternativa entre las que su escoba e-Broom puso la nota humorística, sin olvidar el nuevo Mirai de hidrógeno. Mazda, Suzuki, Honda y Mitsubishi completan la plantilla de fabricantes allí presentes, junto a decenas de carroceros y entidades locales que colaboran en imaginar un futuro que no por casi pueril deja de ser atractivo.