SEAT LEÓN ST CUPRA R
Si hablamos de ediciones limitadas, la de Seat es, sin duda, la más exclusiva. Primero, porque sólo se van a vender 300 unidades del León ST Cupra R con el que se pone punto final a la historia de Seat y Cupra. Segundo, porque cada unidad cuesta prácticamente lo mismo que un Audi S3 Sportback con el que está emparentado, ya que el español y el alemán comparten plataforma, mecánica, caja de cambios y tracción integral. Pero el Seat justifica su precio, además de por todo esto, por un elevado equipamiento de serie que incluye todos los asistentes a la conducción más demandados en la actualidad, como la frenada de emergencia en ciudad con detección de peatones, el reconocimiento de señales, faros de led, freno de estacionamiento eléctrico…
Vende exclusividad
Además, incorpora una serie de detalles específicos que hacen del Cupra R una auténtica pieza de colección. Hablamos del color Copper usado en emblemas, llantas y entradas de aire, un tono que a partir de ahora es el corporativo de Cupra ya como marca independiente dentro del Grupo Volkswagen. También de la fibra de carbono, que ha sido usada masivamente tanto en el difusor frontal como en el posterior y en el alerón, sin olvidar los faldones laterales. También son exclusivas las llantas de 19 pulgadas. Dentro, el material estrella es la Alcántara, utilizada para forrar el volante y el pomo del cambio así como para tapizar parte de los asientos. Lástima que el sistema multimedia sea algo lento en su funcionamiento y que la pantalla tenga un tamaño correcto para las tipo tablets que empiezan a verse en el segmento. En cambio incorpora de serie el cuadro de mandos digital. Pero el León ST Cupra R tiene una virtud por encima de la estética y la tecnología: ser un coche fácil de conducir. Su comportamiento es muy parecido al del Golf GTI TCR. En ningún momento exige un nivel de pilotaje profesional para sacar el máximo rendimiento a la mecánica y al chasis. Sus otros competidores aquí reunidos sí que demandan ‘buenas manos’ para llevarlos rápidos, pero el León ST Cupra R no. Y esto es posible por un equilibrio que ninguno de sus rivales tiene.
El León siempre ha sido una de las referencias dinámicas del segmento, así que ha sido sencillo mejorarlo con una serie de retoques. Por ejemplo, las cuatro ruedas del Cupra R tienen una caída negativa adicional de dos grados respecto al Cupra normal. Con esta medida se incrementa la superficie de contacto del neumático con el suelo, unos ‘pata negra’ Michelin Pilot Sport Cup 2. Esta medida junto con la citada tracción integral 4Drive, que utiliza un embrague Haldex de quinta generación, hacen del Seat un auténtico avión a reacción. Es el más rápido en el 0 a 100, casi un segundo respecto a los Honda y Hyundai, y su paso por curva es de lo más efectivo que recordamos en mucho tiempo para hablar de un compacto que ronda los 1.600 kilos de peso y, en definitiva, un coche que pronto dejará de fabricarse. Eso dice mucho de las bondades de este chasis y de la puesta a punto de Seat Sport.
El motor también tiene parte de la ‘culpa’ de que el Seat consiga volar sobre el asfalto, pues empuja y mucho desde abajo y en un régimen de revoluciones superior al del Hyundai, por ejemplo. Eso y una caja DSG que se encarga de gestionar las siete marchas con total firmeza. Con todo ello, el Seat hace verdad el dicho de que “la veteranía es un grado”.
EL CHASIS DEL LEÓN NOS SIGUE SORPRENDIENDO GRATAMENTE POR CÓMO ES CAPAZ DE LIDIAR CON LOS 300 CABALLOS DE POTENCIA