ADAPTADOS a los tiempos
EN LOS ÚLTIMOS MESES recibo continuas preguntas sobre cómo será el automóvil del futuro. Hablamos sobre el vehículo conectado, la conducción autónoma y las nuevas tecnologías de propulsión, en el objetivo común de alcanzar, en el largo plazo, una movilidad libre de emisiones.
La industria del automóvil siempre ha hecho gala de saber adaptarse a los entornos cambiantes, para lo cual no ha dejado de evolucionar manteniendo siempre una visión a varios años vista, en especial, en todo lo relativo a los avances tecnológicos y del entorno regulatorio.
Pero hablar continuamente del futuro a veces nos hace perder la perspectiva de la realidad actual. El cliente está confuso a la hora de adquirir su nuevo vehículo ante los diferentes mensajes que recibe. Además de ser una de las compras más importantes, el periodo de tenencia es de más de 12 años. La consecuencia es un parque envejecido, menos eficiente a nivel medioambiental y falto de los últimos avances tecnológicos en materia de seguridad. El cliente tiende a dudar, posponiendo la decisión de compra, a pesar de que el momento actual es muy ventajoso. La oferta de modelos de hoy es capaz de dar respuesta a todo tipo de necesidades, además de las cada vez más flexibles opciones de tenencia que ofrecen las marcas. La propiedad está cediendo el paso a otras fórmulas más en boga con los tiempos de hoy, como el renting a particular, o el NEXT de SEAT.
En SEAT estamos lanzando una importante ofensiva tecnológica de producto. El nuevo León ofrece dos carrocerías y cinco motorizaciones: gasolina, diésel, gas natural comprimido y, por primera vez, variantes micro-híbridas e híbridas enchufables.
Volviendo al párrafo inicial, sé qué coche compraremos dentro de 20 años. En SEAT el horizonte es una movilidad libre de emisiones, para lo que contaremos con un vehículo 100% eléctrico recargado con energía renovable. Pero, ¿qué coche me compro hoy?
Para un uso urbano, el SEAT Mii electric ya es una realidad. Pero el coche eléctrico todavía no puede dar respuesta a toda la movilidad. Barreras como el precio, autonomía e infraestructura de recarga deben seguir evolucionando.
Por eso también hemos apostado por el gas natural comprimido. Una alternativa con reducidas emisiones –etiqueta ECO–, fiable, accesible en precio y con un bajo coste por kilómetro.
El nuevo León también incorpora motorizaciones diésel de última generación –etiqueta C– que, además de reducir las emisiones, mejoran prestaciones. Para usos intensivos en kilometraje, especialmente en carretera, continúan siendo una opción válida.
Los motores de gasolina siguen creciendo en aceptación, en parte por la electrificación al incorporar sistemas de hibridación que los hacen más eficientes, como el nuevo León eTSI mild hybrid –etiqueta ECO–, o el nuevo León PHEV híbrido enchufable –etiqueta 0–. Este último es la puerta de entrada a la electrificación en masa, al aunar lo mejor de los dos mundos. Teniendo la posibilidad de recargarlo en casa o en el trabajo, sería mi elección como coche principal del hogar. Hace que nuestro recorrido diario sea limpio y económico, al tener hasta 60 kilómetros de autonomía en modo 100% eléctrico, salvando el principal escollo del coche eléctrico en los largos desplazamientos, con la todavía escasa infraestructura de carga interurbana.
Esperemos que los planes en el largo plazo nos permitan fomentar las decisiones correctas en el corto plazo, para así ir renovando el parque y transitar hacían una movilidad descarbonizada.