Un híbrido con pedigrí
La cuarta generación del utilitario japonés trae consigo una revolucionaria mecánica híbrida capaz de consumir menos de cuatro litros a los 100. También es más dinámico y más espacioso…
El nuevo Yaris quiere ser uno de los pesos pesados del segmento utilitario, por eso se ha renovado de forma integral. La estética es mucho más deportiva y escultural, con un diseño en el que se introducen rasgos de C-HR y Corolla. Dentro, el espacio disponible es sensiblemente superior a pesar de que, por ejemplo, la altura del vehículo se ha reducido cuatro centímetros y los pasajeros de atrás tienen poca luminosidad debido a una menor superficie acristalada –también carecen de tomas USB para cargar sus móviles o salidas de aireación propias–. La capacidad del
maletero se mantiene en 286 litros, volumen que se modula gracias a una bandeja.
Pero donde el Yaris verdaderamente da un salto adelante es en el comportamiento y en la eficiencia. Junto con una nueva plataforma, el incremento de la batalla en cinco centímetros confiere al modelo japonés una estabilidad superior cuando encaramos una carretera de montaña. El paso por curva ahora es muy superior, también por un esquema de suspensiones evolucionado, con McPherson delante y un eje de torsión detrás, éste por cierto no tan seco como en coches de la competencia. La sensación de dinamismo se completa con una posición más baja, ya que conductor y copiloto van dos centímetros más cerca del suelo. Y se nota.
La mecánica híbrida también empuja con más alegría y, además, el sonido del propulsor tricilíndrico de gasolina en aceleración es más excitante, con cierto toque deportivo cuando sobrepasa las 3.000 vueltas. Así que dar gas a fondo ya no es tan molesto.
A nivel de consumo, el Yaris es un corredor de fondo, capaz de hacer 800 kilómetros o más con cada depósito de 36 litros. Durante nuestra toma de contacto, el ordenador de a bordo ha registrado 3,9 litros a los 100, una cifra escandalosamente buena y difícilmente igualable por cualquiera de sus máximos rivales, salvo el también híbrido Renault Clio E-Tech, con unas características técnicas similares. La unidad eléctrica del japonés es la responsable de lograr estos valores. Primero porque aguanta más y sus pilas se cargan antes. Y segundo, funciona hasta 130 kilómetros/ hora, cuando el anterior Yaris sólo podía rodar en eléctrico hasta 50 por hora.
A la última
A nivel de acabados y equipamiento, el Yaris también evoluciona, y en función del nivel, dispone de asientos calefactados, pantalla táctil de ocho pulgadas compatible con Android Auto y Apple CarPlay, Head Up Display de 10 pulgadas… De serie viene con freno de mano eléctrico, modos de conducción y Toyota Safety Sense, ayudas a la conducción como reconocimiento de señales, control de luces inteligente y avisador de cambio de carril.