Hyundai Kona Electric.
El nuevo Kona actualiza ligeramente su imagen y su equipamiento para seguir siendo uno de los SUV urbanos más recomendables con variantes híbridas ligeras, híbridas convencionales y eléctricas
Cambian ligeramente el diseño, el multimedia y los asistentes.
Llegó en 2017 precedido por la polémica de un nombre que traducido al gallego hace referencia a una parte de la anatomía femenina, pero lo cierto es que cuatro años después se ha convertido en una referencia obligada en la gama Hyundai, con unas cifras de venta realmente brillantes entre los SUV urbamos de tamaño compacto. Crece ligeramente –cuatro centímetros– en este restyling, lo que no significa que varíe las cotas interiores, que ya eran brillantes en la generación a la que sustituye. Ofrece cuatro plazas reales con un maletero de 374 litros para la variantes térmicas y de 334 litros para las eléctricas a causa de la ubicación de la batería.
Exteriormente los cambios acentúan ligeramente su imagen sofisticada, con nueva parrilla de mayor tamaño, grupos ópticos rediseñados, llantas de diseño muy llamativo y atractivo que, opcionalmente, pueden ser de 18 pulgadas y un nuevo acabado N Line que le sienta de maravilla y que incluye spoiler trasero, doble salida de escape y la posibilidad de optar por carrocería bicolor con techo y retrovisores negros.
El interior actualiza el equipamiento con una nueva pantalla multimedia de mayor tamaño y otra que sirve para el cuadro de relojes, ambas de 10 pulgadas de tamaño. Los acabados siguen siendo muy agradables en su apariencia, con unos ajustes finos y firmes pero con unos plásticos algo duros al tacto. Mejora también al incorporar elementos como la base de carga inalámbrica o un sistema de reconocimiento de órdenes vocales naturales.
Elige tu mejor versión
Mecánicamente se actualizan todos los motores térmicos, con dos variantes de gasolina y una Diesel que pueden recibir o no microhibridación de 48V, una
opción que nos permite disponer de etiqueta ECO.
Existe también una versión híbrida ‘de verdad’ con un motor eléctrico de 44 caballos que puede mover el coche en solitario en ciudad a baja velocidad y en carretera en modo inercia y que pudimos conducir en la presentación.
No es enchufable, con lo cual regenera electricidad con el propio movimiento y en las frenadas, el funcionamiento es excepcional, con un cambio automático real de excelente manejo y funcionamiento y un empuje sorprendente gracias al apoyo del motor eléctrico en aceleraciones, todo ello con un consumo de lo más contenido. Las versiones eléctricas actualizan también la carrocería, si bien se mantienen a la venta las mismas variantes de potencia y autonomía. En meses verá la luz una variante N de 280 caballos que promete dar mucho que hablar.