EFICIENTE.
En un mundo feliz La llegada de la nueva plataforma eléctrica MMA de Mercedes es inminente, pero hasta entonces, la marca sigue expandiendo su oferta de modelos eléctricos adaptando la base de vehículos de combustión. El último en llegar: el atractivo EQA
El EQA es el segundo Mercedes 100% eléctrico tras el EQC. Calidad, lujo y mucha tecnología…
Dicho así puede parecer tan fácil como cambiar un motor de combustión por uno eléctrico y el depósito de combustible por las baterías, pero la cosa es mucho más complicada. El EQA es cinco centímetros más largo que el GLA debido al rediseño de la parte frontal para adoptar la identidad de la gama EQ de Mercedes. En la parte trasera estrena unos pilotos unidos por una línea led roja. Por lo demás, las formas son idénticas y la silueta es la misma que la del GLA, pero tiene una altura libre al suelo bastante buena, de 20 centímetros, muy superior a la de la mayoría de las versiones del GLA de combustión, con o sin tracción total 4Matic. Pero hay muchos cambios estructurales para adaptar los nuevos elementos y reforzar su seguridad debido al mayor peso, que afectan al habitáculo.
Por dentro todo ¿igual?
A simple vista, todo el interior es idéntico y las diferencias se limitan a pequeños adornos, como la zona retroiluminada frente al pasajero o algunos adornos, en función del acabado, ➥
en color oro rosa en lugar de cromados o de aluminio, además de nuevas tapicerías exclusivas para el EQA. Toda la mitad trasera del piso del habitáculo se eleva unos centímetros y esto obliga a los pasajeros de atrás a sentarse con las rodillas un poco más flexionadas, además de perder el ajuste longitudinal de esta banqueta. El maletero también pierde casi 100 litros de capacidad.
250, el primero de la gama
Éste es el debutante de la gama EQA, equipado con un solo motor y tracción delantera. El peso final supera ligeramente las dos toneladas, es decir, unos 300 kilogramos más que el más pesado de los GLA, el 250 híbrido enchufable. La potencia final de 190 caballos nos da como resultado una relación peso/potencia de 10,7 kilogramos/caballo en el EQA. Si revisamos la gama del GLA vemos que el modelo de combustión con una relación más parecida es el 180, con motor de 136 caballos, con 10,5 kilogramos/caballo, y que necesita casi un segundo más que el EQA 250 para pasar de 0 a 100 kilómetros/hora. En los próximos meses irán apareciendo nuevas motorizaciones más potentes del EQA y con autonomías por encima de los 500 kilómetros, además de la tracción total 4Matic.
En el EQA 250 tenemos cuatro modos de conducción: Eco, Confort y Sport, además del Individual que permite ajustar cada parámetro por separado. La diferencia más apreciable entre cada uno de ellos es la respuesta al acelerador, mucho más inmediata y contundente en el más deportivo. Las levas del volante permiten elegir los grados de retención y regeneración de energía en cuatro niveles. Por de
fecto, cada vez que arrancamos, se selecciona el D-auto que nos proporciona una retención ‘inteligente’, ya que actúa en función del tráfico, de la distancia con el vehículo que nos precede y del recorrido, además de recomendarnos levantar el pie del acelerador para conseguir una conducción más eficiente y mayor recarga para las baterías.
Otro tipo de sensaciones
La casi nula sonoridad del motor eléctrico hace que se aprecie más el ruido de rodadura, a pesar del mayor trabajo que lleva el EQA en este apartado. En cualquier caso es inevitable que se note algo la rumorosidad de las ruedas sobre el asfalto cuando no hay otro sonido que lo oculte, especialmente durante nuestro recorrido, con lluvia y en plena desaparición de la nieve que dejó Filomena, con las carreteras llenas de sal y suciedad. A falta de poder probarlo en unas condiciones algo más normales, nos pareció que en el modo de conducción Sport, el motor eléctrico ofrecía un sonido distinto, ligeramente parecido al de un propulsor de combustión en el momento de acelerar a fondo. En cualquier caso nada similar al zumbido de los eléctricos.
En el EQA se disfruta de una conducción tremendamente agradable y, sobre todo, sin grandes diferencias con respecto a un modelo de combustión, dicho esto como una ventaja para los que no se ‘atreven’ con los eléctricos. Su respuesta al acelerador es rápida pero no tan contundente como en otros modelos de gran potencia. Las suspensiones tienen un reglaje firme y aunque nuestra unidad de pruebas montaba los amortiguadores ajustables lo cierto es que no notamos una gran diferencia entre cada uno de los modos de conducción. Su tamaño es perfecto para un uso urbano y de carretera y aunque pesa dos toneladas es ágil y con un nivel de comodidad muy alto. Además de las ayudas a la conducción habituales, incluye otras como la frenada de emergencia en giros y cruces o el Urban Guard que nos avisa si el vehículo sufre un ataque, intento de robo o una colisión o es remolcado mientras está estacionado.
EN UNOS MESES VEREMOS NUEVAS VERSIONES DEL EQA MÁS POTENTES, CON SUPERIOR AUTONOMÍA E INCLUSO CON TRACCIÓN INTEGRAL