Toyota Mirai. Es una berlina de hidrógeno, que mide cinco metros de largo y permite recorrer casi 700 kilómetros por sólo 56 euros.
El Toyota Mirai es una berlina que utiliza hidrógeno y oxígeno para generar electricidad y propulsarse con ella. Un vehículo atractivo para todo ecológico adicto a la tecnología, el diseño y la eficiencia energética
El Toyota Mirai es el primer coche de hidrógeno que se pone a la venta en España en 2021. Un vehículo que por la calle llama más la atención que un Ferrari y con el que la gente te pide que le cuentes un poco más cómo funciona. “¿Has dicho que utiliza hidrógeno?”. Este elemento químico reacciona con el oxígeno en una pila diseñada para ello y se produce electricidad para mover el motor eléctrico de 184 caballos, que está en el eje trasero. El único deshecho que se produce es agua, unos siete litros cada 100 kilómetros, que se expulsan al exterior como vapor, de forma automática cuando el depósito está lleno o bien manualmente al pulsar un botón.
Todo queda en casa
La apuesta de Toyota por esta tecnología es tan importante que esta segunda generación está fabricada sobre ➥
la plataforma GA-L del Lexus LS. La carrocería mide 4,97 metros de largo y la batalla es de 2,92 metros, en la media de lo que tienen sus potenciales rivales alemanes. A pesar de estas generosas dimensiones exteriores, el espacio interior no sobresale, sobre todo detrás, ya que los centímetros para las piernas son más propios de un compacto que de este automóvil de representación. Lo mismo sucede con el maletero, de solo 330 litros, un volumen no muy generoso debido a que sobre el propio eje trasero se encuentran el citado motor que propulsa al vehículo, una pequeña batería de iones de litio y dos tanques de hidrógeno de pequeño tamaño –el principal es más grande y está a lo largo del túnel de la transmisión–.
Ante todo, suavidad
El Mirai funciona como cualquier otro híbrido de la marca, aunque en este caso siempre lo hace como un ‘cero emisiones’. Nos referimos a que el coche puede andar a baja velocidad con la energía procedente de las frenadas y de la inercia que se acumula en la pila de iones de litio, como pasa en un Yaris o en un Corolla, o bien usa la electricidad procedente de la reacción química entre el hidrógeno y el oxígeno. En marcha, no se aprecia el salto entre una fuente u otra, como tampoco se percibe nada del proceso que se lleva a cabo bajo nuestros pies, que es donde está la pila de combustible. Si aceleras a fondo, este Toyota responde con absoluta
naturalidad y progresividad, no hay retraso en la entrega de potencia.
En los tres tanques de hidrógeno se almacenan 5,6 kilos de gas, un kilo más que en el Mirai de primera generación. A nivel de consumos, el oficial en ciclo WLTP es de 0,79 kilos por cada 100 kilos con llanta de 19 pulgadas, y sube a 0,89 kilos con llanta de 20 pulgadas, lo que daría para hacer más de 700 kilómetros y más de 600 kilómetros respectivamente, con un coste de 56 euros por depósito. Nuestra media ha sido de 1,35 kilos con llanta de 20 pulgadas, un valor más alto que el oficial, sí, pero puntualizar que la ruta no ha transcurrido por carretera de extrarradio o ciudad. La marca japonesa nos preparó un recorrido por la sierra madrileña, un circuito no muy apropiado para este automóvil cuya deportividad es solo de aspecto. En este tipo de vías, el Mirai tuvo una pegada correcta y comprobamos en primer persona lo cómodo que es. Se nota el trabajo de la suspensión multibrazo en los dos trenes para que los pasajeros viajen plácidamente. El tacto del freno esponjoso y una dirección muy asistida tampoco invitan a ir muy rápido, sino todo lo contrario. Sí se aprecia un cambio en la respuesta del acelerador entre los modos Eco, Normal y Sport.
En las curvas más rápidas, este Toyota se muestra ligeramente torpón, tanto por las inercias percibidas como por las oscilaciones de la carrocería, ya que el peso en orden de marcha es de 1.950 kilos.
Piénsalo bien
El único ‘pero’ del Mirai viene a la hora de repostar. Actualmente en España no hay hidrogeneras válidas para el coche, bien porque no tienen la presión de suministro que necesita –700 bares– o porque son privadas. Pero desde Toyota nos aseguran que se está trabajando para que pronto haya una red pública de suministro, con proyectos en Madrid y Barcelona. Entonces, el Mirai será una seria alternativa a los populares A6, Clase E y Serie 5.