Car and Driver (Spain)

Cara a cara: Ford Puma Mild Hybrid y Renault Captur E-Tech.

Son dos de los todocamino­s más carismátic­os e interesant­es del momento, tanto por sus cualidades familiares, de sobra conocidas, como por las atractivas carrocería­s tipo SUV. Además, sus mecánicas son de las más económicas del momento…

- CARLOS GARCÍA-ALCAÑIZ CHRISTIAN COLMENERO

Uno es híbrido y el otro híbrido enchufable, y en el fondo, igual de interesant­es para las familias.

El Puma es el último éxito de Ford. El pequeño SUV ha irrumpido con tanta fuerza que incluso está relegando al mítico Fiesta a un segundo plano, como cada mes reflejan las listas de los coches más vendidos en España. Eso dice mucho de este automóvil de tamaño urbano, con ciertas cualidades camperas y de diseño tan deportivo que encarna a la perfección el espíritu del Puma original, del que solo toma prestado el nombre, ya que se trataba de un pequeño utilitario cupé que triunfaba entre los jóvenes. Lo mismo le está pasando a Renault con el Captur, cuya segunda generación arrasa en ventas y, encima, demuestra una sorprenden­te madurez con esta versión E-Tech híbrida enchufable con etiqueta ‘0’ realmente interesant­e desde el punto de vista de la eficiencia y la conciencia medioambie­ntal. Es evidente que su precio es superior al de su rival, que sólo alcanza la etiqueta ECO con motorizaci­ones microhíbri­das como la elegida, pero Renault ofrece un automóvil plug in hybrid de verdad en poco más de cuatro metros y sin necesidad de desem- ➥

bolsar una fortuna, y todo esto sin tener en cuenta ayudas gubernamen­tales, que las hay, aunque las partidas en grandes capitales, como Madrid y Barcelona, se agotan rápidament­e.

Dos mundos

A pesar de su exclusiva mecánica, el Captur E-Tech tiene muy pocos detalles que lo diferencia­n de cualquier otro Captur. Hablamos de la toma de carga, colocada en el lado derecho –en el izquierdo está la boca del depósito de gasolina–, y algún detalle más, como el logo en el portón. En el interior sucede lo mismo, ya que las dos únicas diferencia­s están en el cuadro de mandos, que muestra informació­n del sistema híbrido de una forma clara y concisa, y el botón de modos de conducción, con un programa para rodar en 100% eléctrico, con acceso directo en la propia consola, y otro para híbrido.

El Puma es, a nuestro juicio, más atractivo que su rival gracias al acabado ST Line, y eso que el Captur también tiene su encanto, con esas curiosas llantas de 18 pulgadas y la pintura bicolor. Para que el Ford entre mejor por los ojos, hay que desembolsa­r del orden de unos 3.000 euros adicionale­s, como le sucede a nuestra unidad. Un importe que está repartido entre las llantas de 19 pulgadas, el spoiler del portón, la pintura metalizada, el navegador SYNC 3 o los faros Full Led dinámicos.

Pero el Ford no sólo vive de la imagen, ya que sorprende por su habitáculo, relativame­nte espacioso y más generoso que el de algún que otro todocamino de mayores dimensione­s. Lo es principalm­ente por las plazas traseras, que son válidas para dos adultos, y también por el maletero, de 400 litros. A esa cifra hay que sumar los 50 litros que aporta el pequeño cofre que

hay bajo el piso de este Ford, diseñado para dejar pequeños enseres, como herramient­as, el kit de limpieza habitual u objetos sucios, como unas botas. Y decimos esto porque este compartime­nto se puede lavar con el agua de una manguera al contar con un desagüe en el fondo. El Captur E-Tech no puede presumir de una capacidad de carga como la de su rival porque las baterías de iones de litio de 7,5 kW de capacidad útil dejan al cofre con un volumen real inferior al de un Clio, por lo que debes valorar muy bien si esta versión es la que mejor te conviene con bebés o niños muy pequeños. Además, la boca de carga está alta y es menos regular en sus formas que el de su rival.

Menos energía

Ya en marcha, el Renault muestra que es uno de los firmes defensores del confort, como lo es el Citroën C5 Aircross que probamos en este mismo número. La suspensión es confortabl­e y carece de regulación de la dureza, la dirección muy suave y las respuestas bastante lineales, a pesar de que tiene casi 40 caballos más si se suma la potencia de sus tres motores. Además, se nota muy poco, pero existe cierto retraso en la entrega de la caballería cuando se pisa a fondo el pedal del acelerador, cosa que llama la atención frente a la inmediatez del Ecoboost de su rival, un propulsor, ojo, de tres cilindros. Esto se debe a la caja de cambios del francés, que tiene que lidiar con 15 velocidade­s prefijadas; no te asustes por el número, porque unas han sido diseñadas para el TCe y otras para las unidades eléctricas, y el conductor no tiene forma de intervenir; es el ➥

propio sistema el que se encarga de todo, ya que no hay levas para manejarlas secuencial­mente, ni siquiera para variar los modos de retención, como sí sucede en otros coches de caracterís­ticas similares. En el Puma, la transmisió­n es manual de seis marchas, y si quieres una caja automática, tienes que optar por una motorizaci­ón gasolina normal sin hibridar ya que, de momento, no existe la posibilida­d de asociar ambas.

Frente a toda esa comodidad, el Ford hace valer su chasis, capaz de gestionar tanto este motor de 125 caballos, como el de 155 caballos y el de 200 caballos de las versiones superiores. Es un coche bastante ágil en curva y con una frenada distinta a la del Captur, que como buen híbrido enchufable, tiene un tacto peculiar y al que cuesta cogerle el punto para no ir dando ‘cabezazos’ en las deceleraci­ones. Comparado con el E-Tech,

EL RENAULT ES CAPAZ DE RODAR EN ELÉCTRICO HASTA 120 KILÓMETROS/HORA; A ESE RITMO, LA BATERÍA NO PERMITE HACER MÁS DE 25 KILÓMETROS

el Puma pesa casi 400 kilos menos en la báscula, de ahí su mayor desparpajo. Este comportami­ento más dinámico invita a estirar más las revolucion­es y a pisar el acelerador más de la cuenta, todo lo contrario que el Renault, que pide que te pases a la ecoconducc­ión desde el primer metro para aprovechar las ventajas de la hibridació­n enchufable. El precio de esta mayor deportivid­ad repercute en el consumo de combustibl­e, ya que el motor Ecoboost no siempre es tan frugal como cabría esperar, con medias que rondan los 6,5 litros a los 100.

Mucha diferencia…

En definitiva, el Captur es muy eficiente en ciudad, peca de un maletero muy pequeño y de un PVP casi 7.000 euros superior al de su rival, más que suficiente para muchos, que se decantarán finalmente por la versión mild hybrid del Puma y su ‘sencilla’ etiqueta ECO.

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 ??  ?? La visibilida­d posterior del Puma mejoraría con unos espejos retrovisor­es exteriores como los del Captur, de dimensione­s acordes a las de este tipo de vehículos. En ambos casos, las lunetas son pequeñas.
La visibilida­d posterior del Puma mejoraría con unos espejos retrovisor­es exteriores como los del Captur, de dimensione­s acordes a las de este tipo de vehículos. En ambos casos, las lunetas son pequeñas.
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El Puma es de los SUV pequeños actuales que más ‘alegría’ tiene en el asfalto, muy en la línea del Seat Arona. Su puesto de mandos es bastante deportivo y más estrecho que el del Captur. El equipo de infoentret­enmiento está muy logrado.
CARÁCTER. El Puma es de los SUV pequeños actuales que más ‘alegría’ tiene en el asfalto, muy en la línea del Seat Arona. Su puesto de mandos es bastante deportivo y más estrecho que el del Captur. El equipo de infoentret­enmiento está muy logrado.
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El Captur E-Tech te invita a que lo conduzcas de forma relajada, y de esta forma, lograr unos consumos de electricid­ad y de gasolina ínfimos. El cuadro de mandos digital te mantiene informado de las autonomías y de qué motor actúa.
DULZURA. El Captur E-Tech te invita a que lo conduzcas de forma relajada, y de esta forma, lograr unos consumos de electricid­ad y de gasolina ínfimos. El cuadro de mandos digital te mantiene informado de las autonomías y de qué motor actúa.
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