TENER O NO TENER
EN MI ENTORNO algunas personas se jactan de no tener carnet de conducir, de “no necesitarlo”. He de reconocer que son pocas. No sé si porque en realidad el porcentaje de gente que asume esta actitud también es reducido en la sociedad o porque los que me dicen eso ¡dejan inmediatamente de ser mis amigos! Bromas aparte, es evidente que entre las muchas transformaciones que experimenta el mundo que nos ha tocado vivir una (y no pequeña) es nuestra relación con la movilidad.
Las encuestas demuestran que las nuevas generaciones (los menores de 34 años) estarían dispuestos a prescindir de tener un coche en propiedad antes que de su teléfono móvil o de su suscripción a una plataforma de streaming. Los que vivimos con pasión este maravilloso mundo que rodea al diseño, la fabricación, la comercialización y la comunicación del automóvil somos conscientes de la importancia de estos datos. Pero, mí personalmente, no me asustan.
La evolución hacia nuevas formas de movilidad (de la que damos buena cuenta a partir de la página 28 de esta revista) lejos de ser una amenaza puede ser una gran oportunidad. Que existan “otras formas” de disfrutar del coche o de la moto significa que se abre todo un abanico nuevo de posibilidades para seducir a públicos distintos. Salvando las distancias, las empresas del motor y los medios que nos dedicamos a la movilidad, tenemos delante una oportunidad tan grande como la que han disfrutado las productoras con el advenimiento de los nuevos usos de consumo doméstico de contenidos. Vivimos en la economía de la atención y poder llamar la atención sobre nuestros fantásticos productos en todos los formatos posibles es un lujo que no debemos dejar escapar. Necesitamos cambiar de chip, por supuesto. Se requiere la transformación de los modelos que ya estamos muchos poniendo en práctica. Hemos de ser conscientes de que existe un nuevo modo de diseñar coches, de fabricar coches, de vender coches, de usar coches y de comunicar coches.
La evolución que esta revista ha sufrido y que ha sido todo un éxito (un 63 por 100 de crecimiento en audiencia digital y un 37 por 100 más de lectores en quiosco según los datos de Comscore y EGM) es un buen ejemplo de ello. La experiencia de la movilidad puede ser tan fascinante como queramos, sea cual sea el formato. Lo único que necesitamos, valga la redundancia, es movernos.