Casa en la bahía
Terrazas hacia el horizonte
La casa se levanta en la Costa Brava enclavada en un bello paraje entre las montañas que envuelven el acceso y las vistas a la bahía que prolongan la belleza del jardín. Una vivienda proyectada con terrazas pensadas para disfrutar de las vistas en cuyo interior se ha cuidado la armonía de los espacios con mimo y coherencia visual.
LA INMEDIATEZ DE LA COSTA BRAVA NO ES
AJENA A LAS FANTÁSTICAS VISTAS
SE CONJUGAN LAS LÍNEAS ESENCIALES DE LA ARQUITECTURA RACIONALISTA CON EL PAISAJE
ARMONIOSO
En el exterior los sofás son de Dareels: conjunto modular Baru, tabla Dareels modelo Suar, sillas de Dareels modelo Rama, luces empotradas a la fachada modelo
Eos de Simes, la luz de techo comedor exterior modelo Ray de Weber & Ducré, y el pavimento exterior de la piscina de madera de pino termotratado y el acabado interior de la piscina es de gresite gama Stone de Hisbalit.
LA PLANTA BAJA, EN CONTACTO DIRECTO CON EL JARDÍN, ALBERGA EL SALÓN, EL COMEDOR Y LA COCINA Desde la puerta de acceso se advierte el gran espacio destinado a comedor, cocina y salón. Una escalera de obra forrada de madera permite acceder a la planta superior. En el salón el mobiliario es de Darrels, sofá modelo gris, mesa de centro y consola modelo Onetwo, butaca de Belt Brown, la estera es de yute y lámpara modelo Ent Lw. La carpintería de aluminio que configura la gran batería de ventanales ha sido realizada por Alumilux.
La casa, situada en la cima de una pequeña colina cerca de Sa Tuna, en la localidad ampurdanesa de Begur, disfruta de una vista panorámica espectacular con la máxima privacidad. La inmediatez de la Costa Brava no es ajena a este maravilloso emplazamiento que brinda unas vistas inigualables desde la casa, sea cual sea el ángulo. Una obra nueva, voluminosa y clara ubicada sobre la bahía, con una resolución muy sencilla: los volúmenes de esta casa bien construida y adaptada al paisaje se equilibran generando un todo armónico y centrado. Los arquitectos han sabido conjugar las líneas esenciales de la arquitectura racionalista con el paisaje armonioso del Mediterráneo. Los volúmenes blancos se suceden con discreción en la fachada anterior y se convierten en dos planos de diferente planta en la posterior, donde se halla el jardín.
Una vista del salón desde la zona de los sofás. El pavimento es de hormigón. Detalles de madera reciclada salpican todo el proyecto. La iluminación de la sala se resuelve con una tira led de luz indirecta y luces empotradas de yeso modelo Carla de Ineslam. Mobiliario de Darrels fabricado con madera de teca reciclada. El comedor separa este espacio de la cocina de Santos que se ubica al final.
LOS SUELOS DE MICROCEMENTO GRIS
ARMONIZAN PERFECTAMENTE CON EL BLANCO DE LAS PAREDES
La vivienda se enclava en una parcela con cierta pendiente que ha facilitado la decisión de acondicionar las terrazas en cada planta y permitir que las vistas se introduzcan a través de grandes cristaleras montadas con perfilería de aluminio. Con cuatro habitaciones, dos de ellas tipo suite, esta unifamiliar ofrece terrazas amplias para disfrutar del sol en la primavera y en el verano. La casa se abre, generosa, hacia un terreno de 1.500 m2 con una piscina que se enclava en una elegante tarima de madera. A su alrededor se ha plantado césped configurando un espacio de relax muy agradable al aire libre. Tras la casa una serie de arboledas cierran, con el verdor del bosque, el paisaje trasero. Azul por delante y verde por detrás, el entorno se configura con los colores armónicos del mar Mediterráneo.
LA PRÁCTICA Y BELLA COCINA SE INTEGRA EN UN
ESPACIO ALARGADO, CON VIDRIO Y LUMINOSO
En el comedor se sitúa una mesa diseñada por los arquitectos con sobre de madera reciclada y pie de hierro. Sobre ella se ha suspendido una lámpara de Dareels en cobre verde modelo Tet, las sillas danesas negras, la alfombra y los boles sobre la mesa son de Dareels. El pavimento es de microcemento de color crudo.
El programa de distribución es tan eficiente como contrastado en este tipo de construcciones. La planta baja, en contacto directo con el jardín, alberga el salón, el comedor y la cocina, que se suceden en espacios abiertos. Una escalera de madera permite acceder a la planta superior donde se encuentran los dormitorios de la casa, todos con un agradable y bien iluminado baño.
Las paredes de toda la vivienda son blancas y en algunas zonas se han ocultado las instalaciones bajando el techo unos decímetros. Los suelos son de microcemento de color gris claro, que armonizan perfectamente con el blanco de las paredes y las vistas que entran por los ventanales.
La práctica y bella cocina se integra en un espacio alargado, con vidrio y luminoso, que se extiende lateralmente a una gran terraza accesible desde la cocina misma. La unidad de la cocina, el comedor y la sala le otorgan a este espacio una calidad integradora y humana.
La sensación de amplitud se acentúa por la ausencia de elementos superfluos. Tan solo los muebles necesarios para plantear la vida cómoda en el interior y una agradable sensación de amplitud que se acentúa con las vistas de la casa. El salón ocupa un extremo de la gran planta baja abierta, configurado por dos grandes sofás colocados en ángulo que se cierran con una mesita de centro y un mueble estantería que marca la frontera con el comedor. Éste se compone de una gran mesa de madera con patas metálicas y unas sillas clásicas de diseño del siglo XX. Un poco más allá se encuentra la cocina, con una isla de trabajo de madera clara en el espacio más cercano al comedor y una pared completamente equipada con muebles de color blanco que permiten almacenar y realizar algunas tareas culinarias.
La cocina se define mediante una pared de almacenaje con columna de hornos y una isla de trabajo acabada en madera clara. Los muebles de cocina son de Santos, con encimera de Silestone modelo Blanc Zeus, fregadero modelo Flat Iron I de Franke, grifería Ambient Pull-Out extraíble de Franke, campana enrasada al techo de Gutmann modelo Claro, horno en vidrio negro de Bosch y placa de inducción de Neff.
EL SALÓN OCUPA UN EXTREMO DE LA GRAN PLANTA
BAJA ABIERTA, CONFIGURADO POR DOS SOFÁS
Una vista en primer plano de la gran mesa del comedor realizada en madera reciclada y estructura de hierro, diseñada por los autores del proyecto. Al fondo se aprecia la isla de trabajo y la cocina adosada a la pared con muebles acabados en lacado blanco. Son de Santos, con encimera de Silestone modelo Blanc Zeus, fregadero y grifería Ambient Pull-Out extraíble de Franke, campana enrasada al techo de Gutmann.
LA ILUMINACIÓN SE RESUELVE CON FOCOS EMPOTRADOS EN TODO EL PERÍMETRO DEL TECHO
El pavimento de microcemento unifica todo el espacio y tan solo la presencia de una alfombra en la zona de comedor y algunos cuadros en las paredes, rompen la uniformidad de esta área. La iluminación se resuelve con focos empotrados en todo el perímetro del techo. Tan solo una lámpara de suspensión y otra de pie en la zona de sofás, rompen a monotonía de los focos. Por otro lado la iluminación natural es tan potente que se hace innecesario el uso de lámparas hasta que la oscuridad se apodera de la casa por completo.
LA ELECCIÓN DE LOS MUEBLES HA SIDO ORIENTADA HACIA LOS CLÁSICOS DEL DISEÑO
Las escaleras de madera permiten acceder a la planta superior, destinada a dormitorios, donde la pavimentación con parqué de roble ya explica que se ha llegado al territorio de la intimidad. Una vez más, los grandes ventanales aportan la mejor decoración al espacio destinado a dormir. Los armarios empotrados permiten tenerlo todo en su sitio y dejar que los espacios siempre permanezcan limpios y ordenados.
Los baños son amplios y luminosos pero destaca, especialmente, el correspondiente a la suite donde el espacio es más generoso y se ha podido disponer de una fantástica bañera exenta junto a la ventana para permitir una experiencia de baño entre montañas y playa que se pude disfrutar en pocos sitios. La sensación de esta segunda planta es la misma que se obtiene en un hotel de cinco estrellas en una zona tropical: disfrutar del paisaje en unas condiciones de vida maravillosas.
La elección de los muebles ha sido intencionadamente orientada hacia los clásicos del diseño del siglo XX, abundando en el tono racionalista de la casa con muebles de gran belleza formal y una línea inequívocamente arquitectónica. Destacan piezas emblemáticas como la butaca BKF o los sillones daneses que le dan un agradable estilo nórdico al conjunto. En este proyecto ha habido una clara voluntad de construir una vivienda sostenible y eficiente. Se ha trabajado para aislar, proteger, ventilar correctamente y dimensionar porches y filtros solares, disfrutando así de una habitabilidad óptima.