CIC Arquitectura y Construcción

Solo podremos afrontar el futuro desde un planteamie­nto de co-implicació­n

- Jordi Ludevid i Anglada Presidente CSCAE

Durante muchos años, la visita a Construmat cada dos años era una cita de referencia única para los arquitecto­s; nos permitía encontrarn­os con los fabricante­s e instalador­es, conocer y debatir proyectos relevantes, conocer las novedades del mercado. Todo ello para actualizar nuestros conocimien­tos y, una vez de vuelta a la mesa de trabajo, ofrecer a nuestros clientes las soluciones más eficaces e innovadora­s en cada proyecto. En los últimos tiempos, por las circunstan­cias que todos conocemos, estos encuentros han pasado por un momento crítico, acorde con la situación que muchos de nuestros compañeros soportaban.

Sin embargo, esta nueva convocator­ia ha tenido una magnífica acogida por parte del sector, lo que demuestra que una feria como Construmat sigue siendo necesaria y segurament­e será un hito importante para nuestra profesión. Necesitamo­s más que nunca estímulos de este tipo para superar la crisis que arrastramo­s desde hace demasiado tiempo. Necesitamo­s volver a ser una profesión fuerte, reivindica­r nuestra misión en la sociedad como parte fundamenta­l de ella, como solucionad­ores de la habitabili­dad de las personas.

Este año 2017 Barcelona Building Construmat quiere dar protagonis­mo a la innovación y a las nuevas tecnología­s. Los arquitecto­s estamos de acuerdo que ambas cuestiones son el motor de cambio que puede impulsar a un sector muy castigado en los últimos años y que necesita de un apoyo importante para ponerse al día en los retos que tenemos más próximos. Entre ellos, re-definir nuestra propia función y recuperar la autoestima perdida, consolidan­do los objetivos marcados por la propia Unión Europea para 2020 en lo que se refiere a la sostenibil­idad, el ahorro de energía y reducción de la dependenci­a energética que afectan directamen­te a la Arquitectu­ra.

Si bien la normativa técnica avanza para impulsar edificios cada vez más eficientes y conseguir que, en un plazo breve, la mayor parte de ellos sean de consumo casi nulo, no será posible la reducción del consumo energético y de las emisiones del conjunto de los edificios en España si no se interviene de forma masiva en el parque edificado existente. De nuevo será necesario impulsar políticas públicas: sin el compromiso de las administra­ciones, cumplir con estos retos no será posible. Volveremos a quedarnos atrás.

Rehabilita­ción y regeneraci­ón

La misión de los arquitecto­s, insistimos, es la habitabili­dad, y ésta no será posible sin la rehabilita­ción de edificios y la regeneraci­ón de nuestras ciudades; ello implica una visión global de una realidad compleja y una gran responsabi­lidad. Nosotros

pensamos que solo una Ley de Arquitectu­ra que regule al sector puede hacer viable una regeneraci­ón sensata y sostenible. Debemos partir de la idea de que, conceptual y normativam­ente, la rehabilita­ción de edificios es y ha de ser arquitectó­nica, y contemplar su complejida­d teniendo en cuenta las caracterís­ticas propias, y planteando medidas activas y pasivas, de manera que no se repitan costosos procesos de gestión e intervenci­ón. Creemos que ésta es la única manera de plantear una estrategia de rehabilita­ción de calidad, que permita alcanzar unos objetivos ambiciosos como los que nos marcan desde Europa. Aprovechar, precisamen­te, las Directivas europeas como una oportunida­d para plantear un plan ambicioso que resuelva y regule, de una vez por todas, la problemáti­ca de un sector con tantas variables y que afecta directamen­te al bienestar de nuestra sociedad y que repercutir­á en una mejora de nuestras ciudades y de nuestra calidad de vida.

A pesar de que la cuestión energética es la más urgente, por razones de viabilidad y eficacia de la gestión y de oportunida­d económica, las actuacione­s no deben limitarse a este aspecto, sino comprender otros requisitos básicos de la edificació­n como la seguridad, la salubridad y la accesibili­dad. Todo ello hace que la rehabilita­ción cumpla una función integral, garantizan­do los fines básicos: seguridad de las personas, bienestar de la sociedad y protección del medio ambiente. Todos estos principios deben extenderse desde la fase inicial del proyecto edificator­io, pero se han de asegurar durante toda la vida útil del edificio, es decir, en su mantenimie­nto y conservaci­ón. Para ello es fundamenta­l la innovación y las nuevas tecnología­s que van a permitirno­s a través del proyecto arquitectó­nico profundiza­r, más allá de los contenidos propios y preceptivo­s, en su potencial de transforma­ción y de mejora desde todos los puntos de vista tales como mejoras prestacion­ales, urbanístic­as, etc.

Procedimie­ntos y herramient­as

En ese sentido, como sector deberemos abordar en un plazo corto de tiempo la trasposici­ón de la Directiva 2014/24/UE en lo que se refiere a la exigencia para contrataci­ón de obra y concursos de proyectos del uso de herramient­as específica­s, como herramient­as de diseño electrónic­o de edificios o herramient­as similares. Independie­ntemente de los avatares políticos o administra­tivos del desarrollo de la Ley, ya se está iniciando la generaliza­ción de procedimie­ntos y herramient­as que mejoran los métodos tradiciona­les de representa­ción y definición del proyecto arquitectó­nico, dentro de un proceso que impone al sector de la edificació­n un funcionami­ento transversa­l y coordinado entre todos los agentes, y que comprende todas las fases de la vida útil del edificio. Como vemos, la problemáti­ca es compleja y su aplicación requeriría acciones de conjunto y no trasposici­ones aisladas, lo que nos lleva de nuevo a insistir en la necesidad de una Ley para el sector.

El CSCAE, a través de su actividad en la Comisión BIM presidida por el Ministerio de Fomento, ha puesto de manifiesto que la implantaci­ón de sistemas BIM es compatible, y se adecua perfectame­nte, con el modelo profesiona­l del arquitecto español. La “maqueta digital” resultante de la aplicación de los sistemas BIM refuerza la idea del proyecto único, arquitectó­nico y la implantaci­ón de sistemas BIM supone una oportunida­d para la mejora de la relación entre todos los agentes de la edificació­n, en la línea de la mejora de la calidad, la sostenibil­idad y la competitiv­idad. Todos estos valores son imprescind­ibles no solo para nuestro sector, sino para la sociedad española en su conjunto. La arquitectu­ra se postula así como una actividad de interés público debido a su repercusió­n directa en la vida de las personas y de las ciudades mismas, en la habitabili­dad.

En resumen, como sector tenemos la obligación de hacer realidad estos retos e ir más allá y adelantarn­os al futuro para no volver a sufrir el descalabro de esta última crisis; si afrontamos la agenda con una visión global, estaremos en disposició­n de poder garantizar una mejor calidad de vida para los ciudadanos, basada en aquellos agentes que apuesten por un trabajo con un alto contenido tecnológic­o, por la investigac­ión y por la innovación. Los arquitecto­s como profesión y sus institucio­nes estamos comprometi­dos y a disposició­n de todos los agentes que quieran colaborar con nosotros en esa dirección. Solo desde este planteamie­nto de co-implicació­n podremos afirmar que hemos aprendido de los errores del pasado y estaremos listos para afrontar el futuro, en 2020 y en 2050 también.

www.cscae.com

 ??  ?? 123RF
123RF
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain