CIC Arquitectura y Construcción
¿Preparados de verdad para un tiempo nuevo?
Quisiéramos aprovechar el espacio que nos brinda esta tribuna para compartir con ustedes algunas de las conclusiones del ‘Barómetro de Adopción de Building Information Modeling’, realizado por Ibermática, que nos han llamado poderosamente la atención. Como por ejemplo que, según este informe -resultado de encuestas a 131 empresas del sector de la construcción de tamaño medio, ubicadas en territorio nacional con actividad en obra pública, privada y civil-, el 55% de las constructoras analizadas asegura tener desplegado un proyecto BIM, pero solo un 15% de ellas reconoce haberlo implementado de forma general en todas sus obras. Pero es que, además, el 37% considera que no es una prioridad y que no recibe presión alguna por parte del sector para utilizar esta metodología.
Aunque se espera que BIM reporte muchos beneficios, parece claro que existen aún factores que impiden una adopción muy generalizada. Y es que no solo se requiere un cambio en la tecnología utilizada, sino también en el enfoque de los equipos de diseño y construcción, adaptando la organización y los procesos de negocio. En este sentido, otro dato interesante que se desprende del citado informe es que el 24% de las empresas encuestadas considera que falta la implicación de todos los departamentos. Como frenos que dificultan su implantación, también se destaca que un 20% ve en el coste de las licencias una de las principales barreras para la entrada, un 18% se encuentra con que sus empresas colaboradoras en proyectos u obras aún no lo usan, y un 12% no tiene personal suficientemente capacitado.
Además de ahorrar tiempo al crear y modificar los proyectos, las virtudes aparejadas a este nuevo modo de trabajar en el sector ya son de sobra conocidas: facilita la interacción entre colaboradores o asociados mediante la compartición de contenidos específicos de cada especialidad en el mismo modelo BIM; permite planificar todas las actividades de mantenimiento; la información extraída de todas estas acciones se consolida en un único repositorio... Todas las partes suman, reutilizan la información, se aumenta la productividad y la eficiencia de los todos recursos empleados. En esta línea, el 35% de las entidades consultadas para la realización del informe asegura haber aumentado la calidad de sus proyectos y reducido los errores e incertidumbres, y el 20% considera que mejora la gestión de los costes. Además, el 21% percibe que hay mayor transparencia y fluidez de la información, no solo dentro de la empresa, sino entre arquitectos, proveedores y clientes...
Según la hoja de ruta del Ministerio de Fomento, el Modelado de Información de Construcción será obligatorio para toda licitación de obra pública en dos fases: diciembre de 2018 en edificaciones y julio de 2019 para infraestructuras. En este contexto, lo que no sorprende en modo alguno es que la mayor parte de las empresas encuestadas crea conveniente el establecimiento de una estrategia nacional por parte del Gobierno para una adopción y estandarización de la metodología BIM en el país. De hecho, el 56% opina que un plan de ayudas públicas, junto con un calendario realista de implantación, les ayudaría en la adopción del BIM. Además, un 24% indica que hay escasez de profesionales, por lo que habría que realizar un mapa académico de formación en esta metodología... Así las cosas, parece bastante claro que, pese a los importantes pasos dados, aún queda mucho por hacer en el ámbito profesional y docente. No estaría de más, en ese sentido, que Fomento priorizase su iniciativa ESBIM, concebida para promover el uso de esta herramienta entre todos los agentes implicados (administraciones, ingenierías, constructoras, universidades, profesionales…). La cuenta atrás es cada vez menor, la hoja de ruta está claramente marcada y aún persisten demasiados obstáculos que salvar en el camino hacia la mejora de la competitividad y la productividad.