CIC Arquitectura y Construcción
Cifras discretas, escenario disruptivo
Hace apenas unos días, el último Barómetro del Cemento -indicador adelantado del consumo de cemento elaborado por el departamento de Estudios de Oficemen- arrojaba unos cuantos datos cuando menos intrigantes. El primero de ellos es que la demanda de cemento cerró el primer semestre de este año con un crecimiento interanual acumulado del 8%, una cifra muy inferior a la experimentada por el sector en 2017, cuando finalizó el año rozando el 11%. El segundo es que las perspectivas para el cierre del ejercicio son aún menos halagüeñas, ya que, frente a la previsión de principios de año de experimentar un incremento del 12% en la demanda doméstica, Oficemen ha rebajado hasta en 5 puntos sus estimaciones para el conjunto del año, lo que supondría cerrar el ejercicio en 13.300.000 toneladas. Las razones, según el departamento de Estudios de Oficemen, hay que buscarlas, básicamente, en dos realidades fácilmente contrastables: aunque creciendo a buen ritmo, la edificación, que está siendo la principal responsable de la tibia recuperación del sector iniciada el pasado año en España, lo hace desde unos valores absolutos aún muy escasos; y por lo que se refiere a la obra pública, ésta permanece prácticamente paralizada, protagonizando una situación que podría calificarse de muy atípica en comparación con lo vivido en otros períodos preelectorales. Así, como apuntó el presidente de Oficemen, Jesús Ortiz Used, en la presentación del Barómetro, se estima que 2018 se cerrará con alrededor de 100.000 viviendas nuevas iniciadas, una cifra que, aun obviando los años del boom de la construcción, representa menos de la mitad de la media de las viviendas que se construían en España en el período 1970-1995. Y en lo que respecta a la obra pública, según los datos oficiales disponibles de licitación e inversión de las administraciones regionales, mientras que la tasa de licitación está creciendo a un ritmo del 40%, la inversión real se sitúa en torno al 10% y la ejecución de obra pública consumidora de cemento se encuentra estancada. Lo mismo sucede con otros indicadores a escala nacional. En el caso de analizar, por ejemplo, los presupuestos de Adif y Adif Alta Velocidad, que suelen representar entre el 30 y el 40% del total destinado a infraestructuras, se observa que para un presupuesto cercano a los 3.000 millones de euros para 2017, finalmente la inversión real fue de la mitad. “Con ello la inversión pública en España se queda en un 63% de la media inversora de Alemania, Reino Unido, Francia e Italia, lo que nos aleja peligrosamente de nuestros vecinos, con la consiguiente pérdida de competitividad para nuestro país, especialmente en los sectores más expuestos”, afirmó Ortiz Used. También los datos reflejados en último informe Euroconstruct, abordados en un artículo interior firmado por José Ramón Fontana, del ITEC, confirman el papel absolutamente discreto de España dentro del ranking europeo “ni alarmante como años atrás, ni tampoco demasiado boyante”, lo cual encaja con la percepción generalizada entre las empresas que trabajan para el mercado doméstico de edificación e ingeniería civil. Al margen de los distintos escenarios que podamos confeccionar a partir de los datos y cifras del sector, lo cierto es que la edificación se encuentra en un momento decisivo, un punto de inflexión del que dependerá en buena parte el rumbo futuro que tome la construcción española, y en el que son claves las decisiones que adopten todos los agentes intervinientes en la cadena, del primero al último. De ahí que sea tan importante cualquier iniciativa que apueste por esta necesidad de coordinación y colaboración, como es el caso de epower&building 2018, que tendrá lugar en Madrid entre los próximos 13 y 16 de noviembre. De acuerdo con lo expuesto por el director de este certamen multisectorial, Raúl Calleja, en la tribuna que pueden leer en este número, “en esta nueva era la arquitectura alcanza su máxima expresión. No se trata de una disciplina aislada donde el arquitecto es el eje nuclear, sino que es una disciplina abierta e integradora, donde equipos de trabajo diseñan y construyen, y donde equipos multidisciplinares y especialistas actúan coordinadamente”. No podemos estar más de acuerdo. Trabajemos entre todos a fondo esto... y las buenas cifras vendrán a buen seguro de la mano.