CIC Arquitectura y Construcción
Transición energética: Hacia la total descarbonización de la edificación en 2050
La Unión Europea se ha comprometido a descarbonizar totalmente su parque inmobiliario en 2050. Para ello, cada país tendrá que establecer hitos parciales en favor de la eficiencia energética para alcanzar los objetivos a corto plazo (2030), a medio plazo
¿Cuáles son los principales cambios introducidos por la revisada Directiva EPBD?
El Acuerdo de París de 2015 sobre cambio climático no ha hecho más que reforzar el liderazgo de la UE hacia una economía sin energías fósiles. Para cumplir los objetivos establecidos se ha revisado la Directiva EPBD (Energy Performance of Buildings). La transformación de los edificios existentes debe ser económicamente rentable y combatir la pobreza energética. En este sentido se cita que las reformas podrán ceñirse a las instalaciones térmicas o podrán ser reformas profundas que incluyan la mejora de la envolvente. La certificación energética debe ser la herramienta que permita documentar la mejora de la eficiencia energética que se produzca por las reformas realizadas.
La revisión de la EPBD modifica por completo los artículos 14 y 15 referentes a la inspección de las instalaciones térmicas de los edificios. En este caso se insta a que se realicen inspecciones periódicas de las partes accesibles de las instalaciones de calefacción, refrigeración y ventilación de más de 70 kw. Las inspecciones deberán analizar el funcionamiento de las
mismas, de forma que se optimice su eficiencia en condiciones de funcionamiento habituales o medias. La reforma de la EPBD insta a los países miembros a que antes de 2025 los edificios terciarios de más de 290 kw de potencia en calefacción o en refrigeración (incluyendo ventilación) deben tener sistemas de control. Podríamos decir que es el acercamiento de la Industria 4.0 al sector inmobiliario.
Automatización y sistemas de control
La automatización de los edificios y un seguimiento del comportamiento de sus instalaciones conduce a ahorros energéticos considerables y económicamente rentables tanto para los consumidores como para las empresas, especialmente en el sector terciario. Además, los sistemas de control facilitan la inspección por parte de un tercero del correcto funcionamiento de las instalaciones. El Internet de las
Cosas ofrece nuevas oportunidades de ahorro energético, proporcionando a los consumidores información más precisa sobre sus patrones de consumo, así como posibilitando que el operador del sistema gestione con mayor eficacia la red.
Por ello esta modificación propone la inclusión de un indicador para evaluar el grado de inteligencia de un edificio, que indique la mayor o menor capacidad de las instalaciones del edificio a adaptarse a las necesidades del
ocupante, a las necesidades de la red y de mejorar su eficiencia energética.
Este indicador ayudará a sensibilizar a los propietarios y ocupantes de los edificios sobre el valor que aportan las nuevas tecnologías en la mejora de las comunicaciones, el confort, la seguridad y la eficiencia energética. Este indicador deberá estar definido en 2020 e inicialmente, a corto plazo, su aplicación será opcional. La transición energética afecta a todos los equipos consumidores de energía. De hecho, los estados miembros deben tomar medidas para reducir las emisiones de efecto invernadero un 80-95% en comparación con 1990. En este sentido, la electrificación del parque automovilístico pasa por mejorar los puntos de recarga y es aquí donde la revisión de la EPBD incide en la necesidad de fomentar la instalación de puntos de recarga en edificios nuevos y existentes. Los estados miembros deben simplificar los trámites administrativos para fomentar la instalación de puntos de recarga en edificios residenciales y no residenciales nuevos y existentes, simplificando y eliminando las posibles barreras reglamentarias, incluidos los procedimientos de autorización y aprobación.