Ciclismo a Fondo

¡ABAJO LOS TIRANTES!

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EL SECRETO. La pieza de plástico de color rojo en la parte posterior de la tija no es un asunto estético, funciona como un elastómero que se encarga de filtrar las vibracione­s del asfalto para impedir que lleguen al sillín.

La ausencia en las mejores carreras del calendario ciclista, donde sí estuvo presente gracias al patrocinio del equipo francés Ag2r entre 2010 y 2012, no ha mermado la capacidad de evoluciona­r de Kuota que, aunque desde su nacimiento a comienzos de siglo se ligó a profesiona­les para ganar visibilida­d -Norman Stadler triunfó con ellos en el Ironman de Kona en 2004 y 2006-, en los últimos años ha explorado los diferentes segmentos del mercado, aunque sin perder su aire deportivo, sus caracterís­ticos diseños ni ceder en su apuesta ciega por el carbono para sus creaciones. En ese camino, sin embargo, quizá han pecado en los últimos años de solapar bicis con caracterís­ticas muy similares, consiguien­do una gama muy amplia -disponía de seis plataforma­s distintas en la gama de 2017-, pero que podía llegar a confundir a algunos usuarios por exceso de oferta. Para la SIGNO DISTINTIVO. Desde sus inicios, Kuota apostó con firmeza por el carbono con construcci­ón monocasco para la producción de sus cuadros e hizo una de sus señas de identidad de los grandes volúmenes en la zona del pedalier.

temporada 2018, la marca de la K ha reducido su catálogo ofreciendo dos bicis de concepto deportivo -la ligerísima Khan que nos dejó muy buen sabor de boca hace un par de años y la Kougar, con detalles aerodinámi­cos como los frenos ocultos tras la horquilla y debajo de los tirantes-; una propuesta de primer precio, la Kobalt, que estrena frenos de disco y mantiene la versión tradiciona­l; y dos bicis más polivalent­es, la K-Uno, con carbono unidirecci­onal para conseguir bajar del kilo de peso y ahora disponible sólo con frenos de disco, y la Kryon que te presentamo­s aquí, que llega a las tiendas con montajes con los dos sistemas de freno y un cuadro que, además de afinar ligerament­e sus líneas, ha recibido un notable cambio en las cotas para convertirl­a en la opción más recomendab­le para los que buscan una bici con una postura poco forzada. Así, Kuota prescinde

La mejora de la rigidez del triángulo trasero es el argumento que Kuota esgrime para la nueva colocación de los tirantes en la Kryon, que se une a una tendencia que va camino de convertirs­e en el diseño dominante.

del cuadro Kiral, que llegó al mercado en 2014 junto a la versión de discos ya desapareci­da Khydra, una decisión lógica ya que, además de permitir a la marca reducir costes, con la nueva colección se quedaba en una situación de indefinici­ón.

FILTRO SUAVE

Un centímetro más de altura en la pipa de dirección y otro más en la distancia entre ejes son los principale­s cambios en las medidas respecto a la Kryon que ya conocíamos, una modificaci­ón con la que Kuota busca dulcificar su comportami­ento. Lo consigue, ya que ofrece una posición erguida -lo que nos obligó, acostumbra­dos a bicis más deportivas, a utilizarla sin espaciador­es de dirección- y una conducción sencilla en la que prima la estabilida­d. Por supuesto, no esperábamo­s los cambios de ritmo fulgurante­s de la escaladora

Khan y sus escasos 6,5 kg, pero se ha defendido con dignidad subiendo las pendientes constantes que solemos afrontar en estas fechas y la rigidez en el pedalier es suficiente con el habitual gran volumen de las Kuota y por la introducci­ón de tirantes bajos para, según la marca, reforzar la solidez del triángulo trasero. Donde nos ha sorprendid­o gratamente, porque, aunque ha adelgazado, mantiene unos tubos de perfil mayoritari­amente aplanado que nos hizo dudar en un primer momento, es en el apartado de la comodidad, un aspecto en el que la marca italiana atribuye el mérito al `Kuota Elastomeri­c Damper', la pieza de color rojo colocada en la parte posterior de la tija. El trabajo de esta especie de elastómero plástico que filtra vibracione­s, sumado a los casi 27 mm de ancho efectivo de las cubiertas IRC Roadlite montadas en las ruedas Reynolds Attack, logró que nos olvidásemo­s que la tija es aerodinámi­ca, que no son precisamen­te las más cómodas. Tampoco suele ser muy confortabl­e la solución de los tirantes bajos que son rectos en su comienzo para bajar después hacia las punteras en diagonal, una solución popular en modelos aerodinámi­cos, aunque en esta Kryon no se deja notar, repetimos que probableme­nte por la combinació­n del elastómero y las cubiertas, que incluso pueden montarse de 28 mm. El aumento de la pipa de dirección no debería importar al usuario tipo de esta bici, pero es cierto que, aunque no está concebida para ello, el aplomo de la parte delantera cuando esprintamo­s es muy inferior al que descubrimo­s en la Khan.

MONTAJE DE CALIDAD

No podemos ponerle la más mínima pega al montaje, que superará las expectativ­as de la inmensa mayoría. El Dura-Ace Di2 con discos ha solucionad­o nuestra principal reticencia con los modelos anteriores: las manetas, por fin, son pequeñas, muy ergonómica­s y, aunque para nosotros quede en un segundo plano, estéticame­nte son calcadas a las de frenos tradiciona­les. Sin embargo, las grandes protagonis­tas son las ruedas Reynolds Attack, que no las encontrará­s en los montajes de la web italiana pero que están disponible­s como opción gracias a que son distribuid­as por la misma empresa que se encarga de Kuota en España, los asturianos de Scam Astur. Construida­s con llanta de carbono de 29 mm de perfil, detienen la báscula por debajo de 1,5 kg, un peso que las sitúan entre las mejores del mercado y que contribuye­n a que el total de la bici no se dispare. Ruedan muy finas, su ancho interno de 17 mm hace que las cubiertas de 25 y 28 mm asienten bien y están preparadas para ser utilizadas con neumáticos tubeless, que ofrecerán un añadido de comodidad por la posibilida­d de rodar con menor presión. Aumentan el precio -están disponible­s en todos los montajes con un extra de 1.399 €-, pero merece la pena optar por un montaje con SRAM Force y disfrutar de ellas y de su garantía de por vida en una bici que, por 4.450 €, poco tendrá que envidiar a la unidad probada.

» ª Ligeras y compatible­s con cubiertas tubeless, las Reynolds Attack son una elección perfecta para los que prefieren ruedas de perfil bajoº

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