Ciclismo a Fondo

MOTIVACIÓN

-

La emoción de Sergi al coronar el Tourmalet, el reto Everesting de Héctor y una andorrana multidepor­tista.

Sergi Rodríguez Hernández es un manresano de 47 años residente en Castellnou de Bages. "Me aÿcioné con aquellas primeras vueltas que echaron por la tele. Aprendí tarde a montar, a los 14. Me apunté a la PC Bonavista y salía los domingos con ellos. Era del montón, lo más que hice fue algunas brevets de 200 km. Las circunstan­cias -la mili, el trabajo...- me alejaron de la bici. Soy montador técnico de maquinaria textil, viajo por todo el mundo a hacer asistencia­s técnicas. Me casé joven, con 22 años, y es mi mujer, Montse, quien más me ha ayudado a salir adelante. Hasta hace tres años no volví a tocar una bici. Me había puesto en 105 kilos, quería volver a hacer ejercicio pero no me encontraba bien. El cuerpo no respondía, tras 50 km estaba muerto. Lo achacaba a baja forma hasta que después del verano fui a peor: me mareaba y notaba opresión en el pecho. Lo fui dejando pasar y cuando por ÿn me puse en manos de los médicos tenía un tumor -linfoma de Hodgkin- enorme. Me dijeron que si hubiera tardado unos días más habría muerto. Por eso siempre recomiendo a todos que al menor síntoma acudan al médico". Tuvo que aguantar 12 sesiones de cinco horas de quimiotera­pia y luego 15 de radioterap­ia. "Cada quince días me daban una. No me podía ni mover durante una semana, pero me aconsejaro­n hacer deporte y pregunté si podía salir en bicicleta. Contestaro­n que si me lo tomaba con calma, sí. Había visto The Program sobre Lance Armstrong, cuando él está tan débil que hasta una chica con una bici de paseo va más rápido. Me sentí muy identifica­do. La primera vez fue bestial; hice 20 km en la carretera más llana que pude encontrar y un repecho de 30 metros era como un puerto. La quimio me provocó trombosis en los brazos. Cuando salgo tengo que soltar el brazo cada diez minutos porque no puedo mantenerlo pegado al manillar. En invierno debo parar porque me bajan demasiado las defensas. Pero me gusta tanto el ciclismo que nunca he pensado dejar de salir, pese a todas las secuelas". Ya está trabajando de nuevo y poco a poco va mejorando su forma rodando con sus amigos Manel, David, Ramón y otros compañeros y vecinos que le han ayudado mucho. "Gracias a Manel en verano pude cumplir un sueño que tenía desde bien pequeño: subir el Tourmalet. Me quedé a 2 km de la cima porque me dieron calambres, pero tenía que llegar como fuera y los hice caminando. Fue tal la emoción que me pasé toda la bajada llorando. Para que la felicidad fuera completa, días después coincidí con Markel Irizar en un camping de Viella. Me dijo que el Tourmalet no se iba a escapar, que cuando volviera el año que viene iba a seguir ahí esperándom­e, porque lo quiero subir mejor preparado. Ya tengo reserva en el camping y todo. La moraleja de esta historia es que, como bien dice Alberto Contador, querer es poder... y con cáncer también se puede. Hago medias de 22-23 km/h. Nunca he usado pulsómetro, me guío por sensacione­s y si me veo mal paro o me doy la vuelta. No aspiro a batir ningún récord, sólo a disfrutar saliendo en bicicleta".

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain