Inimitable Hinault
El episodio del apremio fisiológico de Tom Dumoulin en la etapa del Giro con meta en Bormio alcanzó profusión de comentarios en la prensa. Ello nos retrotrae a la hazaña suprema protagonizada en el Stelvio, sucedida en el Giro de Italia 1980. Hinault podía contemporizar con una crono en la penúltima jornada donde garantizaba una prestación superior al entonces líder Panizza. La víspera de la crono se ascendía el Stelvio, cuya cima se situaba a 90 kilómetros de descenso y llanura de la llegada, excesiva distancia para afrontar una aventura. No obstante, El Tejón demarró en la vertiente de los 48 tornanti para dominar a perseguidores tan reputados como Battaglin, Baronchelli, Prim, Saronni, Beccia, Visentini o la maglia rosa, Panizza, que celebró así un amargo 35 cumpleaños. En Sondrio, Hinault recompensó con el triunfo parcial a su coequipier, Bernaudeau. En 2017, el Mortirolo sumado a una doble ascensión al Stelvio no sirvió para sentenciar la Corsa Rosa, aunque pocos han igualado la inmensa categoría de Le Blaireau.