Multideportista

Lo más emocionante en nuestra juventud es descubrirnos. Me congratula que los niños practiquen varios deportes hasta encontrar el que más les seduzca. El joven Nicolas empezó con el atletismo. "Mi madre corría mucho en aquella época y la emulaba. Luego, para estar con más niños, empecé a jugar al fútbol en la escuela, que era más divertido. En aquel momento estudiaba en una escuela francesa en Irlanda. En la cultura inglesa y americana entienden el binomio deporte-estudios. El prestigio va ligado a ambos y se alejan del pensamiento 'el deporte para los tontos de la clase y la formación para los más listos'. En Francia el deporte no va ligado a la formación. Puedes ser un gran deportista sin ser un gran estudiante". Sus padres decidieron volver a Irlanda y descubrió otro deporte. "Entré en una escuela que cuenta con uno de los mejores equipos de rugby irlandeses y comencé a jugar. Abandoné el fútbol y aprendí muy rápido, en dos meses estaba muy arriba. Con 14 años practicaba rugby de lunes a miércoles. El miércoles por la noche competía en un circuito de 8 km iluminado, en una liga de carreras por edades. Jueves y viernes volvía a jugar al rugby, el sábado teníamos partido y el domingo montaba en bici. Era hiperactivo y esto me venía bien", cuenta entre carcajadas. Al final de aquel año sus padres decidieron instalarse de nuevo en Francia. "Justo antes, en una fiesta de cumpleaños con amigos, me rompí un ligamento de la rodilla y tuve que dejar todo excepto la bici. De haberme quedado en Irlanda hubiese sido profesional del rugby, pero al irme a Francia se complicó. Puedo pensar que fue por la lesión, aunque irme a otro país influyó. Después de dos meses parado comencé mi rehabilitación en bicicleta. Me encontraba muy bien con ella, cuando la simultaneaba con el rugby me sentía muy cansado. Gané 24 carreras de 32, aunque no lo tuve nada claro hasta que cumplí 16 años y supe que sería ciclista".