El mundo de Julen
¿Cómo empezaste en esto de la bici? Me gusta desde que tengo uso de razón. Cuando era un crío, el juego de cada tarde con mis amigos era salir con la bicicleta por el pueblo.
De Bergara también son Eneko Lizarralde, Mikel Aristi y los hermanos Jokin y Beñat Etxabe. ¿Por qué hay tanto ciclista allí? El principal culpable es la Lokatza Ziklismo Eskola, la escuela de Bergara, que ha mantenido una gran actividad y sabido motivar a los chavales para competir en bicicleta. Empecé a correr con ellos en alevines y siempre estuve muy a gusto.
¿A quién le debes haber llegado donde estás? Sobre todo, a mis padres. Ellos supieron comprender que ser ciclista era mi sueño; lo han respetado y me han apoyado para que lo cumpliera.
¿Y si no hubieras sido ciclista? Ahora mismo estudio Ingeniería de Energías Renovables a mi ritmo. Supongo que, si se acabara la bici, apretaría más, terminaría la carrera y me ganaría la vida con ella.
Una lección que te haya enseñado el ciclismo. Que hay que ser muy constante para hacer camino; que no vale con una buena carrera o una buena temporada; que debes evitar que los momentos malos te puedan.
¿Algún ídolo de juventud? No tenía uno concreto. Mis referentes eran los ciclistas vascos y particularmente los de Euskaltel.
¿Y algún ídolo de madurez? Me gusta mucho Michal Kwiatkowski. Me encantaría ser un ciclista como él, que destaca en cualquier terreno, es valiente y encima buen tío en las distancias cortas.
Soñemos: ¿qué carrera quieres ganar? Una etapa en la Vuelta al País Vasco.
¿Cómo es Julen Irizar como persona? Bromista, optimista y, sobre todo, dormilón. Me gusta dormir hasta tarde y echar siestas largas.
¿Sigues el ciclismo cuando no estás compitiendo? Sí. Me gusta ver carreras por televisión, leer resultados... Y llevo diez años suscrito a Ciclismo a Fondo. Tengo una caja de plástico debajo de la cama con toda mi colección de revistas.
¿Qué tal te llevas con las redes sociales? Soy bastante dejado. No tengo costumbre de publicar, apenas una foto de vez en cuando en Instagram. Twitter, en cambio, sólo lo utilizo para leer e informarme.
¿Cuál ha sido tu mejor momento encima de la bici? La victoria de etapa en la Vuelta a Castellón; no sólo por ganar, sino también por el ambiente que tuvimos esos días en el seno del equipo.
¿Y el peor? Quitando alguna caída... Este año en el Tour de Limousin sentí mucha impotencia por culpa del citomegalovirus. Mientras los demás paraban a mear o charlaban tranquilos, yo marchaba con el gancho. Iba llorando en el pelotón.
¿Practicas algún otro deporte? Fuera de temporada me gusta muchísimo caminar por el monte.