Sus ciclistas con más clase
San Román fue el primer chico de su escuela en convertirse en profesional. "Tenía unas condiciones físicas extraordinarias. Después llegó el Chava, el ciclista con más clase que he dirigido. En cuanto a cabeza e inteligencia destacaría a Pablo Lastras y mi hijo Carlos. Pablo ha sido muy serio y honrado, siempre con las ideas tremendamente claras. Recibió una oferta de Fassa Bortolo y me pidió opinión. Le recomendé que no se marchara y el tiempo le dio la razón. Tiene ingredientes para ser un buen director. Carlos ha demostrado una gran fuerza mental que le permitió superar muchas adversidades. Ha sufrido tres grandes golpes en su vida: la desilusión con Banesto; cuando se cayó en La Vuelta; y la muerte de Chava. Ha sido muy metódico y con visión de carrera, pero no ambicioso; disfrutaba con los éxitos de sus compañeros y no sentía envidia. Siempre ha sido un enamorado del ciclismo". Prosigue el repaso con Paco Mancebo, "un chico que ha entregado su vida al ciclismo, ha sido ambicioso y el que ha mirado más por él. David Navas es muy noble y disponía de una potencia enorme. Curro García tenía una fuerza impresionante y además se entregaba al máximo; era todo corazón". Cita a los últimos que han pasado a profesionales procedentes de su escuela. "Rubén García, Óscar Pujol, Nacho Pérez, Diego Rubio y Víctor Martín tienen clase para regalar". Su formación júnior continúa en activo y ha firmado una sobresaliente temporada con Joaquín Novoa como director. "Ramón Díaz ha sido campeón de España de fondo, segundo en el Circuito Cántabro y en el Ranking de la RFEC. Además acabamos segundos por equipos en la Copa de España", concluye orgulloso.