Luz delantera Sigma Buster 300
Todavía hay ciclistas que pedalean durante las horas con menos luz solar utilizando dispositivos de iluminación muy precarios que sólo sirven para evitar una multa. La tecnología led actual nos ayuda a ser visibles en la carretera sin tener que recurrir a aparatos pesados, de escasa potencia y limitada duración de las baterías. Un buen ejemplo es la luz delantera Buster 300 de la firma germana Sigma, todo un referente en ciclocomputadores e iluminación para el ciclismo. Sustituta del modelo 200, sus principales mejoras son la potencia y duración de la batería -300 lúmenes y de 3 a 20 horas, según el fabricante-, junto a un precio más ajustado. El anclaje al manillar es bastante firme y fácil de quitar o poner; además, nos permite modificar el ángulo en el plano horizontal para compensar el del manillar. Además incluye un soporte compatible con los de cámaras de vídeo -de tipo bisagra- y también en el casco con un anclaje opcional. Su tamaño y peso son muy reducidos, permitiéndonos guardarla en un bolsillo cuando no la utilicemos; también destaca por su resistencia a los golpes y al agua, con una protección que cumple el estándar IPX4. La batería de litio de 1.000 mA sigue la tendencia de permitir su recarga por USB y, para comprobar su nivel, el led situado en el botón pasará a ser verde cuando la carga sea inferior al 70% y rojo por debajo del 30%. Sus 4 modos de luz, tres fijos y uno intermitente, son más que suficientes para ver y ser vistos en nuestras rutas nocturnas -seleccionando el fijo de máxima potencia de 300 lm y 70 metros de alcance para circular a alta velocidad- o durante el amanecer y atardecer.