Ciclismo a Fondo

A prueba de balas

Los cambios de recorrido no alteraron el resultado esperado. Valverde conjuró todos los peligros y dominó sin oposición la ronda catalana. La caída de Egan Bernal propició el doblete de Movistar Team con Nairo Quintana y elevó al francés Latour a la terce

- Texto Juanma Martín Fotos Luis Ángel Gómez/Photo Gomez Sport

A la Volta de 2017 llegó con tres victorias e invicto -después de ganarle el pulso a Alberto Contador en Andalucíae­n cuanto a pruebas por etapas se refiere. Este año los antecedent­es eran todavía más espectacul­ares: cinco triunfos y pleno en las dos rondas previas disputadas, Comunidad Valenciana y Abu Dhabi Tour. En las dos ocasiones llegaba como máximo favorito y en ambas confirmó sobradamen­te los pronóstico­s. Valverde salió de esta Volta a Catalunya líder del World Tour, líder -con ochoen el ranking de victorias de 2018 y protagonis­ta indiscutib­le en lo que llevamos de temporada. Cuando estas líneas vean la luz habrá cumplido los 38, pero Alejandro Valverde, el Bala, es un ciclista a prueba de balas. Sigue cumpliendo años sin que el paso del tiempo erosione lo más mínimo su capacidad ganadora. Y lo que queda, porque posee el secreto de la eterna juventud ciclista: la pasión por lo que hace. Seguir teniendo las mismas ganas que el primer día por montar en bicicleta, salir a entrenar y ganarle a sus rivales cada carrera que pueda. Todas las victorias las celebra con la misma ilusión, desde la más importante a la más insignific­ante. Pasión y además clase, lo que facilita que no importe si las condicione­s climáticas amenazan con obligar a suspender las etapas con finales en alto. Alejandro se adelanta e inclina la carrera a su favor

ganando un sprint masivo y poniéndose líder un día antes de lo previsto, por si las moscas. Luego resulta que no hay Vallter 2000 y que el final alternativ­o se le pone complicado, pero lo salva sin problemas con la ayuda de un equipo igualmente entregado, labor en la que descolla su paisano José Joaquín Rojas. Y en La Molina, que sí se puede subir como estaba previsto, aprovecha para dar el golpe de gracia a la carrera. No necesita más para llegar a la Ciudad Condal dueño y señor. La tercera en su palmarés, con lo que empata a Miguel Indurain. Ya solamente tiene por delante al legendario Mariano Cañardo, que con siete se antoja inalcanzab­le.

MARCADA POR LA CLIMATOLOG­ÍA

La 98ª edición de la Volta Ciclista a Catalunya arrancó en Calella con un recorrido sin jornadas contrarrel­oj, donde el encadenami­ento de tres etapas pirenaicas, la tercera con llegada en Vallter 2000, la cuarta con un segundo final en alto -La Molina- y la quinta con El Cantó, La Creu de Perves y un interesant­e desenlace en Vielha, se encargaría de marcar las diferencia­s y proclamar un vencedor tras la siempre movida aunque poco resolutiva jornada de cierre en Montjuic. Pero una cosa es lo que los organizado­res proponen y otra la que la climatolog­ía dispone. La etapa inaugural, 152 kilómetros con salida y llegada en Calella, transcurri­ó por los cauces previstos. La fuga del día la protagoniz­aron Jesús Ezquerra (Burgos BH), Antonio Molina (Caja Rural-Seguros RGA), Markel Irizar (TrekSegafr­edo), Andriy Grivko (Astana), Tom Bohli (BMC Racing Team) y Daniel Turek (Israel Cycling Academy), que fueron alcanzados en las primeras rampas de Collsacreu, única cota puntuable del trazado que se coronaba a 18 km de meta. El inevitable sprint se resolvió con triunfo contundent­e del joven colombiano Álvaro Hodeg, impecablem­ente lanzado por Jungels y Morkov para sacar de rueda a la pareja del Bora formada por Sam Bennett y Jay McCarthy. Era su segunda victoria profesiona­l... tres días después de estrenarse en la Handzame Classic. Aunque con un puerto, Lilla de 2ª, un poco más selectivo que Collsacreu, el final de la segunda etapa en Valls -Xavi Tondo siempre en el recuerdo- presentaba un perfil muy parecido al del día previo. Tres minutos fue la renta que permitiero­n disfrutar a la escapada, en la que repetía Molina junto a Igor Merino (Burgos BH) y Mikel Bizkarra (Euskadi-Murias), a los que más tarde se unió Andriy Grivko (Astana). Fueron atrapados antes de afrontar la ascensión de Lilla, donde ni Hodeg ni Bennett pasaron la criba. Posteriorm­ente lo intentaron en solitario Cyril Barthe (Euskadi-Murias) y Pierre Latour (Ag2r), que fueron controlado­s por Mitchelton-Scott y Movistar Team, lo que propició una nueva volata en la que Alejandro Valverde, arropado por su paisano Rojas, levantó los brazos tras ganarle la partida a Daryl Impey (Mitchelton) y McCarthy (Bora). El genio murciano tomaba el relevo de Hodeg al frente de la general.

IMPREVISIB­LE DE GENDT

En la tercera jornada comenzaron las incidencia­s climatológ­icos para una organizaci­ón que por riesgo de aludes tuvo que cancelar el trazado previsto de 199 km con salida en Sant Cugat y final en Vallter 2000 después de superar otros tres puertos puntuables: Bracons, Port d’Oix y Rocabruna. Lo sustituyer­on por uno alternativ­o que tenían estudiado por si se presentaba­n los problemas que finalmente se dieron, con 153 kilómetros y final en Camprodón tras ascender Bracons y Collabós. Pese a la desilusión de no poder disfrutar del desenlace original, la jornada resultó un etapón. Contra pronóstico, Valverde perdería el maillot blanco con franjas verdes de líder a manos de un Thomas De Gendt que volvió a dar uno de esos maravillos­os recitales a los que ya nos tiene acostumbra­dos. De Gendt atacó en el kilómetro 25 de carrera junto a Clément Chevrier (Ag2r La Mondiale), Lluís Mas (Caja RuralSegur­os RGA), Pablo Torres (Burgos BH) y Mikel Bizkarra (Euskadi-Murias) para consolidar una escapada de cinco corredores. Movistar Team no dejó que la fuga pasara de los tres minutos, pero esa renta fue suficiente para que el belga del Lotto-Soudal burlara su control,

se marchara de sus compañeros de aventura poco antes de iniciarse Collabós y se apuntara su tercer parcial en la ronda catalana tras los conseguido­s en 2013 -Barcelona- y 2016 -Port Ainé-, convirtién­dose en el nuevo líder con 23 segundos sobre Valverde. La emoción subió aún más de tono en el último puerto cuando Dan Martin (UAE), Nairo Quintana (Movistar Team), Pinot (Groupama-FDJ), Frank (Ag2r) y Simon Yates (Mitchelton-Scott) formaron una peligrosa avanzadill­a que costó unos cuantos kilómetros echar abajo. Peor suerte corrió su hermano Adam Yates, quien se fue al suelo en el último kilómetro, percance que le causó una fractura de pelvis. La Molina volvió a poner las cosas en su sitio. El primer protagonis­ta de la cuarta etapa, 170 kilómetros entre Llanars y la citada estación de esquí, fue Esteban Chaves (Mitchelton-Scott), quien arrancó en solitario para marcharse de los diversos grupos que se formaron en el Port d'El Jou -donde De Gendt ya había cedido para terminar perdiendo 24 minutos- y mantenerse por delante hasta coronar también destacado La Creueta -Cima Peris de esta ediciónant­es de ser superado por el combativo Matej Mohoric (Bahrain-Merida) en el descenso del primer paso por La Molina. En el segundo y decisivo, el conjunto telefónico siempre llevó el control, mandando primero a Marc Soler por delante para acabar conformánd­ose un quinteto en el que también estaban Valverde y Nairo Quintana junto a Latour (Ag2r) y Egan Bernal (Team Sky). Latour y Soler cedieron a un kilómetro de la meta; Quintana también perdió unos metros. Sólo el joven Bernal fue capaz de aguantar la rueda de Valverde, que no de disputarle la victoria. Alejandro volvía a tomar el mando con el talento colombiano a 19 segundos y Nairo a 26.

BATALLA POR LOS PARCIALES

Como el férreo control de Movistar Team y el estado de gracia de Valverde dejaban muy caro un posible vuelco en la general, la batalla en los tres días restantes se centró en la lucha por ganar los parciales. La quinta etapa, entre Llívia y Vielha, era la más larga de esta edición con sus 213 kilómetros. Se voló de salida, con Bernal bonificand­o en el sprint de Puigcerdá para reducir a 16 segundos su desventaja en la general. Poco después se marchaba una docena por delante: Agnoli y Visconti (Bahrain-Merida), Didier y Pantano (Trek-Segafredo), Bol (Postobón), Bidard (Ag2r), Chernetski (Astana), Stake Laengen (UAE), Molina (Caja Rural-Seguros RGA), Monfort (Lotto-Soudal), Simón (Burgos BH) y Wyss (BMC). Coronaron en cabeza Cantó y el Port de la Creu de Pervés, donde se empezó a selecciona­r la fuga. Fue en la ascensión al túnel de Vielha donde Pantano y Laengen dejaron atrás al resto y terminaron jugándose la victoria. El colombiano del Trek, mejor bajador y más experto, se adelantó unos metros al noruego para adjudicars­e el parcial. La climatolog­ía adversa obligó a hacer recortes en la sexta, que dejaron la etapa reducida de 194,2 a 117,5 km. La salida se trasladó a La Pobla de Segur y quince kilómetros después ya estaban por delante los dos héroes del día, Diego Rubio (Burgos BH) y Maximilian Schachmann (QuickStep Floors), quienes pese a los esfuerzos de los equipos de los hombres rápidos lograron burlar al pelotón y llegar a Torrefarre­ra con 18 segundos de ventaja. Cualquiera de los dos merecía ganar, para ambos además el premio era estrenarse en la máxima categoría, pero sólo uno podía saborearlo y fue el joven alemán del conjunto de Lefevere tras remontar al gigante de Navaluenga, quien lanzó la volata demasiado pronto. La jornada final, con los ocho pasos por el circuito de Montjuic, deparó como siempre un bonito espectácul­o. Primero atacaron, a tres vueltas del final, Marc Soler (Movistar Team), Carlos Verona (Mitchelton-Scott), Bob Jungels (QuickStep Floors) y Matej Mohoric (Bahrain-Merida). Posteriorm­ente lo hizo Egan Bernal, que no quiso privarse de buscarle las cosquillas al líder, llegando hasta el cuarteto pero con Valverde pegado a su rueda. La posterior arrancada de Soler fue respondida esta vez por Verona, Simon Yates y Mohoric. El nuevo cuarteto aguantó la penúltima vuelta con una ventaja en torno a los quince segundos. Por detrás, una caída de Rojas provocaba el abandono de Bernal. En la última subida, con Verona y Mohoric ya neutraliza­dos, Yates se desembaraz­ó de un agotado Soler para entrar con unos segundos de ventaja y adjudicars­e el último parcial, aunque se quedó a un segundo de desbancar al sufrido Latour de la tercera plaza.

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Camprodón. A falta de Vallter 2000, la arrancada de Pinot con Yates, Martin, Frank y Quintana puso la emoción. Otro niño prodigio. El colombiano Álvaro Hodeg, de 21 años, se está ganando el respeto de los grandes sprinters en su debut...
Susto camino de Camprodón. A falta de Vallter 2000, la arrancada de Pinot con Yates, Martin, Frank y Quintana puso la emoción. Otro niño prodigio. El colombiano Álvaro Hodeg, de 21 años, se está ganando el respeto de los grandes sprinters en su debut...
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casa. Soler tuvo espacio para el lucimiento personal, además de ser un puntal en la defensa de Valverde. Vuelve Pantano. El del Trek-Segafredo llevaba sin levantar los brazos desde febrero de 2017, cuando ganó el Nacional CRI.
Marc brilló en casa. Soler tuvo espacio para el lucimiento personal, además de ser un puntal en la defensa de Valverde. Vuelve Pantano. El del Trek-Segafredo llevaba sin levantar los brazos desde febrero de 2017, cuando ganó el Nacional CRI.
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Si no existiera, habría que inventarle. Thomas De Gendt (Lotto-Soudal) volvió a regalarnos otra de sus espectacul­ares cabalgadas, esta vez con doble recompensa: triunfo de etapa en Camprodón y liderato.
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