Al borde de la campanada
Burgos BH, como Euskadi-Murias, lleva buscando con ahínco esa primera victoria tan importante para la confianza y la estabilidad de una plantilla debutante en la categoría Continental Profesional. En la Volta a Catalunya los de Julio Andrés Izquierdo casi lo consiguen gracias a la escapada que consolidaron Diego Rubio y Maximilian Schachmann. "Llegan muy pocas fugas, es muy difícil batir a un pelotón World Tour, pero ese día recortaron la etapa y eso nos benefició. Había que pasar el puerto con la mayor renta posible y luego darlo todo hasta meta. Iba totalmente centrado en ganar, ambos teníamos un 50% de posibilidades. Al final me pudieron las ganas y lancé la llegada demasiado pronto. Aunque la victoria hubiera sido genial tanto para mí como para el equipo, esto me ha servido para darme confianza y también para aprender", afirma el corredor abulense del conjunto burgalés. Diego se queda con lo positivo. "Burgos BH ha dado un paso adelante y los corredores teníamos que darlo igualmente. Se está viendo que le ponemos muchas ganas y, a pesar de que las lesiones nos están lastrando, las cosas van saliendo bien. En mi caso, los objetivos eran Cataluña y País Vasco. En las primeras etapas no llevaba las mejores piernas, pero al final reencontré esas sensaciones tan buenas que había notado en los días previos a la carrera". La pena es que no pudo aprovechar su momento de forma en la Itzulia por un accidente entrenando que le impidió disputarla. "Iba con Nacho Pérez cuando un coche invadió el otro carril. Nos lo encontramos de frente y no pude esquivarlo. No me rompí nada, pero me dejó golpes por todo el cuerpo, cervicales y costillas doloridas y una fuerte contusión en la pierna", nos contaba recuperándose en casa unos días antes de su regreso a la competición en Amorebieta, donde concluyó 17º.