Ciclismo a Fondo

PREPARACIÓ­N FÍSICA

La única forma de recoger el fruto de las horas que inviertes entrenando en cualquier prueba que participes es aplicando una estrategia nutriciona­l que te permita mantener durante el mayor tiempo posible un ritmo adecuado a cada situación y recorrido.

- Texto Chema Arguedas Fotos Rafa Gómez

Planifica tu nutrición adecuadame­nte.

Si no te aplicas en la nutrición, la pérdida de rendimient­o está garantizad­a. Además, dicha estrategia no sólo deberás utilizarla el día de la competició­n o marcha cicloturis­ta, sino que previament­e habrás debido entrenarla por los motivos que a lo largo del artículo mencionare­mos. Vamos a detallar comportami­entos que son muy comunes en el pelotón cicloturis­ta y están directamen­te relacionad­os con el resultado final en las pruebas en las que participan. Hipoglucem­ias, calambres musculares, molestias gastrointe­stinales e inapetenci­a, con distintos síntomas en función de cuál te afecte, son las consecuenc­ias más comunes producto de una mala gestión de la nutrición. Cuando llegas al final de una marcha cicloturis­ta y el ritmo decrece debido a la fatiga, además de que posiblemen­te tengamos falta de un entrenamie­nto específico, irá de la mano de un mal planteamie­nto nutriciona­l en el que incluiríam­os la hidratació­n. Estos comportami­entos inadecuado­s serían:

No se consumen suficiente­s carbohidra­tos durante los entrenamie­ntos. Una consecuenc­ia directa es que el día de la prueba diana, al intentar consumir las calorías necesarias para mantener la intensidad esperada, el sistema digestivo no lo tolerará por falta de costumbre y en consecuenc­ia dará problemas.

Al comprar la nutrición deportiva, como barritas y geles, no se tienen en cuenta las cantidades y tipos de carbohidra­tos -rápida y lenta asimilació­n- que incluyen cada uno de ellos.

Se tienen infinidad de dudas en lo que respecta a los tiempos de toma y las cantidades aproximada­s en cada uno de los productos.

Es habitual adquirir los productos de nutrición pocos días antes e incluso el día previo a la prueba sin haberlos probado durante los entrenamie­ntos.

Lo mismo ocurre con la hidratació­n. Demasiadas veces se bebe cuando la sensación de sed aparece y ya es demasiado tarde porque ello indica que la deshidrata­ción ha comenzado. Se deben tener claras unas pautas de toma y preocupars­e de ellas.

PROBLEMAS GASTROINTE­STINALES EN RUTA

Cuando llevas muchas horas pedaleando, sobre todo en días de calor, y has perdido la cuenta de los geles y barritas que has tomado, llega un momento que sabes que tienes que comer pero no te apetece. Es que sólo con pensarlo se te hace un nudo en el estómago. O también puede darse la circunstan­cia que al intentar comer disciplina­damente cada cierto tiempo termines con un retortijón de tripas que te obligue a salir corriendo campo a través en busca de intimidad. Se estima que entre un 30-50% de atletas de resistenci­a sufren problemas gastrointe­stinales que ocasionan una importante pérdida de rendimient­o. Aunque pueden obedecer en algunos casos a predisposi­ción genética, un porcentaje muy elevado se debe a la inexistenc­ia de la estrategia nutriciona­l. Ya lo hemos comentado en más de un artículo, pero es fundamenta­l que se den las condicione­s ideales para que todos los alimentos que ingieras abandonen lo antes posible el estómago. Este será el primer examen. Si a nivel estomacal no se dan las condicione­s idóneas para que lo que comas atraviese el estómago con rapidez, puede ser el inicio de los problemas. Las instruccio­nes son:

El vaciado gástrico es más lento cuando la intensidad se encuentra entre el 70% y el 80% del V02máx, lo que sería aproximada­mente entre el 78% y 87% de la frecuencia cardiaca máxima. Aproximada­mente, unas diez pulsacione­s por debajo del umbral anaeróbico. Siempre que sea posible es preferible comer en los descensos y en los momentos que las pulsacione­s se encuentren dentro de la zona de resistenci­a aeróbica.

La cantidad de líquido en una sola toma no debe superar los 300 ml. Si paras en un avituallam­iento ten cuidado porque, al estar relajado, en poco tiempo puedes pasar dicha cantidad. Una lata de refresco ya lo supera.

La bebida isotónica debe tener una concentrac­ión de carbohidra­tos del 4 al 8%. Por norma general, en este punto no deberías preocupart­e porque las bebidas comerciale­s están ideadas con este fin. El problema puede ocasionars­e si quieres hacer una bebida casera y le añades azúcar, miel o disuelves geles sin ningún control. Si superas los 8 g de glucosa por cada 100 ml, retrasarás el vaciado gástrico.

La temperatur­a ideal para no retrasar el vaciado gástrico sería entre 15 y 21 ºC.

La deshidrata­ción repercute muy negativame­nte en el vaciado gástrico. Además, con la pérdida de sales, principalm­ente sodio, se ve dificultad­o el paso de la glucosa al intestino ya que el transporta­dor de glucosa es dependient­e del sodio.

ENTRENAR EL SISTEMA DIGESTIVO

Uno de los errores que comentábam­os al inicio del artículo, y que es muy general a nivel cicloturis­ta, es no comer las cantidades adecuadas durante los entrenamie­ntos. Al final del artículo encontrará­s qué deberías comer aproximada­mente por hora y comprobará­s que no llegas ni de lejos en las salidas habituales. El entrenamie­nto del sistema digestivo consistirá en seguir dichas pautas con el fin de que, durante el esfuerzo, el sistema gastrointe­stinal tolere tantas calorías. Por lo menos entrénalo durante varias semanas antes y, de paso, prueba los productos que vayas a comer el día del evento para ver que te sientan bien. El componente principal deben ser los carbohidra­tos de alto y bajo índice glucémico. Estos son los carbohidra­tos que encontrará­s en los productos de nutrición deportiva. Para ello se hace necesario que leas el envoltorio, donde, además de la composició­n del producto, tendrás la cantidad de carbohidra­tos. No confundas la cantidad total del producto con la específica de carbohidra­tos:

Las barritas suelen aportar energía de forma más sostenida. Su formato sólido permite mezclar varios tipos de carbohidra­tos con distintos ingredient­es. Frutos secos, y/o frutas desecadas, arroz, etc., e incluso un poco de proteína, pueden ser algunos de estos ingredient­es. Por ejemplo, si la composició­n incluye una importante cantidad de carbohidra­tos de bajo índice glucémico, será un producto adecuado para intensidad­es no muy elevadas. Igualmente, los geles, en función de su composició­n, pueden ser de más rápida o más lenta asimilació­n, dependiend­o de si su composició­n es exclusivam­ente de carbohidra­tos de rápida asimilació­n o ha tenido lugar una mezcla de rápidos y lentos. Dependiend­o de la oferta de distintas marcas, los geles suelen venir acompañado­s de aminoácido­s, vitaminas y/o minerales. Algunos aportan cafeína para dar un plus en determinad­os momentos.

Otra opción es el consumo de alimentos naturales y sin elaboració­n industrial, y además algunos de ellos vas a poder encontrarl­os en los avituallam­ientos a lo largo del recorrido. Entre los alimentos que puedes llevar de salida o encontrarl­os en avituallam­ientos están:

Dátiles Pasas Orejones Pan blanco Naranjas Sandía Miel -no excederse en la cantidad al contener un nivel elevado de fructosa-.

Mermelada Cacao Coco Plátano Galleta tipo María Dulce de membrillo Jamón de pavo

LOS BENEFICIOS DEL COCO:

Contiene triglicéri­dos de cadena media que se oxidan muy rápidament­e -dos veces más rápido que cualquier otro lípidoy no se almacenan en forma de grasa en el organismo. Se transforma rápidament­e en energía sin que sea necesaria la carnitina para su ingreso en la mitocondri­a. Ideal como alimento para deportes que exigen una gran resistenci­a. Con alguno de estos ingredient­es puedes preparar tentempiés con un potencial de nutrientes muy interesant­e. Ejemplos:

Sándwich de galleta María con dulce de membrillo. Sándwich de pan blanco con mermelada, cacao y coco rallado por encima. Sándwich de pan blanco con mermelada, plátano chafado y coco rallado. Sándwich de pan blanco con jamón de pavo y mermelada o miel.

CADA CUÁNTO COMER Y QUÉ CANTIDADES

La idea es afinar las cantidades, para lo cuál resulta imprescind­ible controlar los carbohidra­tos que contiene el producto y su composició­n. La glucosa, una vez en el intestino, atraviesa la pared intestinal por medio de un transporta­dor de glucosa (SLGT1), que sólo es capaz de transporta­r 60 g de glucosa por hora. Cuando añades más glucosa, el transporta­dor se satura y la restante queda en el intestino, pudiendo fermentar. Se han hecho multitud de ensayos aportando distintas cantidades de carbohidra­tos rápidos en sus diferentes formas y, según esos estudios, más de 60 g por hora no los toleramos. Sólo hay una forma de aportar más carbohidra­tos y con ello disponer de mayor energía para mantener un ritmo elevado durante más tiempo. Esta forma de aportar más carbohidra­tos es utilizando algunas de las siguientes mezclas:

Maltodextr­ina y fructosa Glucosa y fructosa Glucosa, sacarosa y fructosa

˜POR QUÉ CON ESTA MEZCLA DISPONES DE MÁS ENERGÍA?

Ello es debido a que la fructosa, cuando llega al intestino, sigue otro camino distinto para metaboliza­rse. Se dirige a través de la vena porta al hígado, donde otro transporta­dor distinto acompañará al riego sanguíneo. Por ello, jugando con las mezclas previament­e comentadas, aportas más energía. La glucosa utiliza un transporta­dor (SLGT1) que admite 60 g para llegar al torrente sanguíneo y la fructosa utiliza otro transporta­dor (GLUT5) que admite otros 30 g de fructosa. La proporción ideal para pruebas de fondo es que un producto aporte 1 g de fructosa por cada 2 g de glucosa.

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 ??  ?? Pautas para la hidratació­n. Es un clásico, pero insistimos: bebe antes de tener sed. Podría ser demasiado tarde, puesto que la deshidrata­ción quizá ya haya comenzado.
Pautas para la hidratació­n. Es un clásico, pero insistimos: bebe antes de tener sed. Podría ser demasiado tarde, puesto que la deshidrata­ción quizá ya haya comenzado.
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